Tanto los jefes como los trabajadores están preocupados por la tecnología emergente, pero por motivos diferentes.


A los jefes les preocupa cómo rentabilizarán las inversiones en tecnología y cómo formarán a los trabajadores en las nuevas tecnologías. Por su parte, los empleados temen que estas nuevas herramientas les dejen sin trabajo.


Así se desprende de una encuesta a altos cargos de Estados Unidos publicada el martes por el gigante de la contabilidad y la consultoría PriceWaterhouseCoopers.


La encuesta de PwC, en la que participaron a principios de agosto más de 600 altos cargos estadounidenses, desde directores financieros a responsables de recursos humanos, reveló que tres de cada cuatro ejecutivos creen que sus empleados temen que la tecnología les quite el trabajo.


"Esto supone un reto a la hora de atraer a los empleados", afirma Neil Dhar, vicepresidente y codirector de soluciones de consultoría de PwC en EEUU, en una rueda de prensa sobre los resultados de la encuesta. Para calmar el nerviosismo de los trabajadores, muchos líderes se centran en asegurarse de que sus empleados entienden cómo serán sus funciones en el futuro.


La sonada llegada de herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT ha generado especulaciones sobre qué puestos de trabajo corren más riesgo de ser sustituidos por alguna forma de automatización, incluida la IA.


Para algunos directivos, las preocupaciones parecen centrarse más en rentabilizar sus inversiones en tecnología. Alrededor del 85% de los líderes señalan que el coste de la adopción de nuevas herramientas, el cambio de los modelos operativos para adaptarse a la nueva tecnología y la formación de los trabajadores en las nuevas herramientas siguen siendo obstáculos importantes.


"Ahí es donde está el verdadero reto", afirma Dhar. De hecho, casi nueve de cada diez ejecutivos manifiestan estar preocupados por conseguir un "valor cuantificable" con la adopción de nuevas tecnologías.


Sin embargo, estas preocupaciones no parecen impedir que los altos cargos inviertan. Casi la mitad de los responsables ejecutivos afirmaron a PwC que tenían previsto invertir en inteligencia artificial en los próximos 12 a 18 meses. La IA ya está cambiando la forma de hacer el trabajo, desde la toma de decisiones sobre contratación hasta la redacción de evaluaciones de rendimiento. Y algunos empleados incluso utilizan la IA a escondidas.


Pero aunque los cambios podrían impulsar el nivel de vida, mejorar la productividad y acelerar las oportunidades económicas, a menos que los gobiernos, los CEO y los trabajadores se preparen adecuadamente para el auge con urgencia, la revolución de la IA podría ser dolorosa, según escribe Emil Skandul en Business Insider.


No vas a desaparecer


La encuesta de PwC también indica que es probable que a tu jefe no le preocupe tanto que vayas a renunciar, en comparación con hace un año.


La encuesta revela que el 26% de los jefes piensa que incorporar y retener talento es un riesgo grave. Esta cifra es inferior al 38% de hace un año.


El descenso de los temores de los jefes sobre la retención de los trabajadores no es sorprendente. El mercado de trabajo, aunque sigue siendo fuerte, se ha enfriado con respecto al rojo vivo que ayudó a sacar a la economía estadounidense de su depresión pandémica. Los más de 300.000 puestos de trabajo suprimidos en el sector tecnológico en el primer semestre del año, junto con la inquietud ante una posible recesión, también han frenado el celo de algunos trabajadores a la hora de planificar su preaviso de dos semanas.


Tres de cada cuatro directivos han señalado a PwC que pueden atraer y retener con éxito a los trabajadores que necesitan.


"Ahora las empresas se están asentando un poco y se centran en sus empleados actuales. Así que, en general, los líderes empresariales se sienten bien con su actual reserva de talento", declaró en la sesión informativa Wes Bricker, vicepresidente y colíder de soluciones empresariales en Estados Unidos de PwC.


Perspectivas económicas más positivas


Para los trabajadores que estén deseando dar el salto a una nueva profesión, los resultados de PwC podrían ser una buena noticia: sólo el 17% de los ejecutivos está totalmente de acuerdo en que se producirá una recesión en los próximos seis meses, frente al 35% de octubre.


La tan anunciada recesión aún no ha llegado, aunque todavía podría hacerlo. Si no se produce una recesión, el crecimiento económico sostenido y la relajación general de las presiones inflacionistas podrían ayudar a impulsar la contratación y dar confianza a los trabajadores inquietos para que busquen empleo en otros lugares.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider