25-05-2016
El sindicato de jugadores de la NBA (NBAP) ha movido ficha ante la entrada en vigor del inminente megacontrato televisivo. Y, a diferencia de otras luchas con la patronal, esta vez ha acudido a un banco de inversión, el neoyorquino Jefferies, para negociar, olvidándose de académicos y economistas. Se avecina tormenta en la mayor liga de baloncesto del mundo por unos ingresos que no paran de crecer.
Lo que está en juego es mucho: unos 6.000 millones de ingresos anuales que se reparten entre las franquicias que componen la liga y los jugadores, que bajo el convenio actual, firmado tras el lockout (cierre patronal) de 2011 que redujo el número de partidos de esa temporada a 66, se llevan el 50% de los ingresos (en el anterior se quedaban 57%).
Pero la tormenta se cierne. En estos cinco años, el valor de la liga de baloncesto profesional estadoundiense y sus estrellas se ha multiplicado. Según las estimaciones de Forbes, el valor de los equipos se ha triplicado. Y de fondo, el nuevo contrato televisivo con ESPN y Turner, que reportará a la liga unos ingresos de 24.000 millones de dólares durante nueve años a partir de la próxima temporada, casi el triple de lo que reciben actualmente.
Según el portavoz del NBPA, los jugadores han pedido a Jefferies "que identifique todas las posibles fuentes de ingresos actuales y futuras de sus miembros". El convenio actual expira en 2021, pero ambas partes tienen la opción de finiquitarlo en diciembre de este año.
Actualidad Laboral / Información de El Economista
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