El mercado laboral evoluciona y hay nuevas estrategias de reclutamiento. Una que se destaca en los últimos años es el reverse recruiting, que significa contratación inversa.


Esta metodología implica que las empresas busquen de manera a candidatos, aquellos que no están en búsqueda activa de empleo, pero que podrían estar abiertos a una nueva oportunidad si se les presenta algo atractivo. A diferencia del reclutamiento tradicional, que es reactivo, el reverse recruiting se caracteriza por ser proactivo, como explica José Hidalgo, docente de la UISEK & Business School.


Según Hidalgo, este modelo permite a las organizaciones acercarse a perfiles que pueden estar trabajando en otras empresas. “A diferencia del reclutamiento tradicional, que espera que el candidato se acerque a la empresa, el reverse recruiting va tras el candidato”, comenta.


El concepto, ya ha sido adoptado por multinacionales, que han implementado programas de recolocación de empleados durante reorganizaciones internas.


Ventajas y desventajas del reverse recruiting


Para los candidatos representan oportunidades de crecimiento profesional. Además, las empresas buscan perfiles específicos. Eso permite que las propuestas sean más ajustadas a las habilidades y preferencias del candidato.


Entre las desventajas para los candidatos están la posible presión para cambiar de empleo. Además, cambiar de empresa implica un proceso de adaptación a nuevas culturas y dinámicas de trabajo.


Para las empresas, las ventajas son el acceso a talento altamente cualificado y la rápida cobertura de vacantes críticas. Mientras las desventajas serían mayor inversión de tiempo y recursos y posible rechazo de candidatos no interesados.


Adaptación al mercado laboral actual


El reverse recruiting requiere un cambio en la manera en que las empresas se presentan a sus candidatos. Según Marta Carrión, gerente del Área de Empleo y UNIRalumni de la UNIR, “las empresas ya no pueden esperar a que los candidatos toquen a su puerta; tienen que salir a buscarlos y presentarles una oferta atractiva para captar su atención”.


En este sentido, las empresas deben trabajar en fortalecer su marca empleadora, con una cultura organizacional que sea atractiva y que promueva el bienestar de los empleados.


Además, el mercado laboral actual demanda flexibilidad, en horarios como en posibilidades de trabajo remoto. Este es uno de los factores clave que los candidatos consideran al evaluar una oferta laboral, junto con el salario, los beneficios de ley y las oportunidades de desarrollo profesional.


Actualidad Laboral / Con información de El Comercio