La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) actualizó sus proyecciones de crecimiento de la actividad económica para los países de la región durante 2019 y rebajó, levemente, su estimación para el promedio regional a un 1,3%. La nueva proyección se compara con el 1,7% previsto en diciembre 2018, cuando la institución lanzó su informe anual Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018.
La estimación para 2019 -informada este jueves mediante un comunicado de prensa- está influida por el complejo escenario externo y las dinámicas domésticas, que se han venido observando en los países de la región. Al igual que en años anteriores, la CEPAL proyecta una dinámica de crecimiento cuya intensidad es distinta entre países y subregiones; y que responde, no solo a los impactos diferenciados del contexto internacional en cada economía, sino también al comportamiento de los componentes del gasto -principalmente el consumo y la inversión- que han venido siguiendo patrones distintos en las economías del norte y del sur.
Según la CEPAL, la actividad económica en América del Sur pasará de un crecimiento de 0,5% en 2018 a 1,1% en 2019. Por su parte, Centroamérica crecerá un 3,1% en 2019, con revisiones leves a la baja en la mayoría de países. Esto es consecuencia de la mayor desaceleración esperada para Estados Unidos este año, que afecta no solo al comercio sino también a las remesas que se dirigen hacia esta subregión, entre otros factores.
La CEPAL agrega que para Centroamérica, México, República Dominicana, Haití y Cuba el crecimiento será de 2,0%. En tanto, las economías del Caribe de habla inglesa y holandesa mostrarán también un crecimiento del 2,0% este año 2019, cercano al pronosticado en diciembre.
De acuerdo con el organismo, los principales riesgos para el desempeño económico de la región de cara al 2019 sigue siendo una menor tasa de crecimiento global, el bajo dinamismo del comercio mundial, y las condiciones financieras que enfrentan las economías emergentes. Por otra parte, la guerra comercial entre Estados Unidos y China aún no se ha resuelto, lo que supone un riesgo no solo para el comercio global y la tasa de crecimiento del mundo a mediano plazo, sino también para las propias condiciones financieras que suelen estar vinculadas a la percepción de mayor o menor riesgo por parte de los agentes.
En tanto, los precios de las materias primas también pueden verse impactados negativamente por un aumento de las restricciones comerciales, agrega la CEPAL. Hasta el momento, se prevé para 2019 un leve descenso en el nivel de precios promedio de los productos básicos (de -5%), siendo los productos energéticos los que presentarían la mayor baja (-12%). Pero, dado un empeoramiento mayor al esperado del nivel de actividad mundial y del comercio mundial, esta proyección podría revisarse a la baja.
Además de lo anterior, al igual que en los últimos años, sigue presente la preocupación por la evolución de la economía de China: se espera que en 2019 nuevamente desacelere a un 6,2% de crecimiento. Finalmente, están los habituales riesgos geopolíticos, a los que se agregan las incertidumbres todavía vigentes respecto de ciertos procesos con importancia no solo geopolítica sino también económica a nivel global, como el Brexit.
Actualidad Laboral / Con información de América economía