La crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua le ha costado al país unos US$1.300 millones desde el estallido social de abril, informó el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).
La cantidad, que casi equivale al 10 por ciento de la economía nicaragüense, ha afectado de forma directa a unos 400.000 nicaragüenses, que han ido al desempleo, pasaron a puestos menos remunerados o están en la informalidad, informó el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, en conferencia de prensa.
Según el Cosep, como producto de la crisis la economía de Nicaragua caerá 20 puntos porcentuales entre 2018 y 2019, si se toma en cuenta que perderá 8 puntos porcentuales en ambos años más otros 11 puntos que dejará de crecer.
El impacto es fuerte para un país que en los últimos 7 años creció a un ritmo promedio superior al 5 por ciento, según el sector privado.
"Lo que tomó 7 años construir, se perdió en 7 meses, en algunos sectores ya se retrocedió entre 3 y 4 años, cada mes de crisis representa un año o medio año perdido", resaltó Aguerri.
Datos del Gobierno de Nicaragua indican que el país ha perdido 205,4 millones de dólares y más de 119.000 puestos de trabajo.
El sector privado llamó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a retomar el diálogo y aceptar una solución negociada a la crisis que comenzó en abril, que pasaría por reformar el Consejo Supremo Electoral (CSE), adelantar los comicios y suspender los actos de represión.
En un comunicado firmado por los consejeros y presidentes del Cosep, AmCham y Funides, se deja claro que de continuar la crisis, la economía continuará deteriorándose en Nicaragua, afectando a los sectores más vulnerables, incluidas las miles de familias que están en el desempleo o que han abandonado el país, sobreviviendo en condiciones precarias.
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