13-05-2016
Nicola Thorp es una joven británica de 27 años que no podía llegar a imaginarse que perdería su trabajo por algo como no llevar zapatos de tacón.
Todo empezó en diciembre, cuando llegó a las oficinas de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) para un trabajo temporal de recepcionista .
Cuando los responsables vieron que llevaba zapatos planos, inmediatamente le dijeron que era necesario que llevara zapatos de tacón y le instaron a que se comprara un par en ese mismo momento.
Por supuesto, Nicola se negó y los responsables la invitaron a irse a casa, no sin antes reírse cuando ella preguntó si eso mismo se esperaba de un hombre.
La agencia con la que trabajaba PwC, Pórtico, también le había recomendado que llevara maquillaje.
Nicola Thorp es una mujer británica que tuvo que volverse a casa del trabajo por no llevar tacones. Ahora, lanza una petición para que la ley sobre los códigos de vestimenta en el lugar de trabajo cambien.
La afectada se fue a casa y, tan pronto como llegó, llamó a una asesoría laboral donde preguntó si era legal que las empresas forzaran a sus empleados a llevar un código de vestimenta determinado.
Y le comunicaron que, lamentablemente, así era.
Pasaron los meses, Nicola continuó con su vida cotidiana hasta que el 9 de mayo decidió actuar.
Esta mujer hizo de su lucha algo público y creó una petición al Parlamento británico en la que solicita ilegalizar la posibilidad de una empresa pueda exigir a sus empleadas que acudan a su puesto de trabajo con tacones, ya que a su juicio esa medida es sexista y discriminatoria de la mujer.
Thorp publicó un post en Facebook donde explicaba las razones de su decisión:
“Como algunos de ustedes saben, hace unos meses me despidieron del trabajo y me enviaron a casa sin pagarme por negarme a llevar tacones. En 2016, es completamente legal que una empresa obligue a sus empleadas a llevar tacones aunque ellas no quieran.
Cambiemos eso. ¿Lo hacemos?"
Una vez que consiga el número de firmas necesario, la petición se debatirá en el Parlamento.
Nicola lanzó la petición en la página habilitada por el parlamento británico para las peticiones ciudadanas y necesita 100.000 firmas para que la ley se debata en la cámara.
De momento, solo tres días después de que se pusiera en marcha, la petición lleva más de 90.000 firmas.
“No tengo necesariamente nada en contra de la empresa que me despidió, porque están actuando dentro de sus derechos. Y tal como están establecidos se puede exigir a una mujer el uso de zapatos de tacón alto”, explicó la afectada a la BBC.
“Creo que los códigos de vestimenta deben reflejar la sociedad de hoy en día y las mujeres pueden ser inteligentes y serias y usar zapatos planos. Aparte de el factor debilitante, está el tema del sexismo. Creo que las empresas no deben obligar a sus empleadas a llevar tacones”.
La portavoz de PwC, la empresa implicada en la polémica, hizo las siguientes declaraciones a BuzzFeed:
“PwC externaliza sus servicios de recepcionista a otra empresa. Tuvimos conocimiento del asunto por primera vez el 10 de mayo, cinco meses después de que ocurriera todo. El código de vestimenta al que se hace referencia en el artículo no es una política de PwC. Actualmente estamos en discusión con los proveedores acerca de la política. PwC no tiene directrices específicas para la manera de vestir de sus empleados, pero le pedimos a nuestra gente que ejerzan su propio juicio de acuerdo con el entorno de negocios en el que operan”.
Por su parte, Pórtico declaró en un primer momento que sí que tenían pautas de apariencia, pero en un último comunicado emitido ayer confirma que la empresa ha cancelado la norma.
“Pórtico ha anunciado esta tarde que los empleados de Pórtico pueden usar zapatos planos con efecto inmediato. PwC no tiene ninguna guía sobre el calzado para su personal, hombre o mujer y siempre han podido usar zapatos planos”.
Actualidad Laboral / Con información de Emisoras Unidas