Un crecimiento "brillante", en palabras de la economista jefe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Laurence Boone. Según los datos que maneja esta institución, este año la economía mundial repuntará un 5,8%, (+1,6% más respecto a las anteriores previsiones del mes de diciembre) la mayor tasa de los últimos 48 años.
Las razones de esta mejora son el fuerte tirón de EE.UU, que cerrará el año con un alza del 4,4%. Pero ojo: persisten "vientos en contra". Tal vez el elemento más llamativo es que la renta per cápita global todavía se encuentra 3 billones de dólares, por debajo de lo que hubiera sido sin la pandemia. Es como si a causa del coronavirus, se hubiera perdido una economía del tamaño de Francia.
Las tres potencias
Y es que no todos los países corren a la misma velocidad. Un dato llamativo: las tres grandes potencias (EE.UU., China y Rusia) sí que cerrarán este año las heridas económicas del coronavirus, y recuperarán los niveles anteriores a la aparición del covid. Pero el resto tardará más. Y aquí hay que hablar del caso de España. Debido a su fuerte dependencia del turismo y servicios, el país fue el que más sufrió los estragos de la pandemia en su economía. Y ahora será la economía avanzada que más tardará en volver a su casilla de salida: unos tres años y medio.
Laurence Boone dice que es todavía pronto para saber, si los trabajadores del sector turismo y hostelería necesitarán una "reconversión permanente". Pero lo cierto es que España, en línea con el grueso de países de la OCDE, ha sufrido una pérdida de empleo en los puestos de trabajo de baja y media calificación; y esto acabará pasando factura, aumentando la brecha de la desigualdad.
Para la OCDE, en la actualidad los países se encuentran en una fase de transición en la que es necesario calibrar las ayudas a los colectivos más necesitados y apostar por inversiones de calidad. Al mismo tiempo desaconsejan subidas de impuestos hasta que la recuperación se haya consolidado.
Incógnita
Dos advertencias finales. Una es la inflación: los datos de la OCDE constatan el repunte de los precios, pero insisten en que es provisional (los costes del transporte marítimo se han triplicado en el último año); porque el mercado laboral todavía es débil, con lo que las presiones al alza parecen más bien coyunturales. Y la segunda: hay que vigilar con la volatilidad de los mercados financieros, que pueden desestabilizar el sistema.
El secretario general, Ángel Gurría, confirmó que se acerca un consenso sobre las nuevas reglas de tasación internacional, gracias "al giro de 180º" de la administración estadounidense. No dio detalles, pero la implementación puede acordarse para el mes de julio.
Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia