La tercera edición del informe Mujeres en el Trabajo: Una perspectiva global, elaborado por Deloitte, revela algunos avances en las experiencias que viven las mujeres en su lugar de trabajo: de acuerdo con los resultados de la encuesta, las tasas de agotamiento disminuyeron, los comportamientos no inclusivos se redujeron y las experiencias de trabajo en entornos híbridos mejoraron. No obstante, estos problemas continúan siendo un desafío para muchos.
La flexibilidad es una expectativa fundamental para las mujeres y un factor principal para la toma de decisiones en sus carreras. No obstante, menos de una cuarta parte de las encuestadas dice que cuenta con un alto grado de flexibilidad en cuanto a dónde y cuándo trabajar. Al respecto, esta falta de adaptabilidad en torno al horario laboral es una de las tres razones principales que citaron las mujeres por la que dejaron a sus empleadores el año pasado.
Existe una correlación entre la flexibilidad laboral y la lealtad hacia los empleadores, ya que dos tercios de las mujeres que tiene un acuerdo de trabajo altamente flexible dice que planean quedarse en su empresa por más de tres años, en comparación con sólo el 19 % de las mujeres que no cuenta con esta facilidad. Sin embargo, muchas mujeres no se sienten cómodas aprovechando las políticas de trabajo flexible: 97 % cree que solicitar o aprovechar este beneficio afectaría su probabilidad de lograr una promoción y 95 % cree que es poco probable que su carga de trabajo se ajuste.
El reporte indica que no sólo “ha habido una disminución significativa en el número de encuestadas que se sienten cómodas hablando sobre su salud mental en el lugar de trabajo”, sino que también “cada vez menos mujeres sienten que han recibido el apoyo adecuado en esta materia por parte de sus empleadores”.
Si bien las encuestadas informan una ligera mejoría en su bienestar mental —ya que una menor cantidad de mujeres dice que se siente agotada en comparación con el año pasado (28 % frente al 46 %)—, sólo 37 % califica su capacidad para desconectarse del trabajo como “buena”, frente al 45 % del año pasado.
El estigma en torno a la salud mental en el lugar de trabajo sigue existiendo, ya que sólo una cuarta parte de las encuestadas se siente cómoda hablando sobre este tema, lo que muestra una disminución del 43% desde el último informe.
En este sentido, la falta de flexibilidad laboral está afectando su progreso profesional; el número de mujeres alrededor del mundo que dejó su trabajo por esta razón en los últimos 12 meses aumentó, en comparación con 2021 y 2020 juntos.
Junto con estos desafíos, también existen problemas sociales que impactan a las mujeres. Casi seis de cada 10 de las encuestadas (59 %) dicen que están “muy/extremadamente preocupadas” por los derechos de las mujeres, por lo que ésta es su principal preocupación, seguida por la seguridad financiera (58 %), la salud mental y física (ambas con un 56 %), y la seguridad personal (54 %).
“Si bien nuestra investigación reveló algunos avances en las experiencias que vivieron las mujeres en su lugar de trabajo durante el año pasado, también evidenció que todavía queda trabajo por hacer”, dice Emma Codd, Líder de Inclusión en Deloitte Global.
Las mujeres de la comunidad LGBT+ tienen mayor preocupación por los derechos de las mujeres, mientras que las mujeres pertenecientes a grupos étnicos minoritarios se preocupan más por su seguridad financiera. Más de cuatro de cada 10 mujeres (44 %) reportan haber sufrido acoso y/o microagresiones.
Aunque es una disminución con respecto al 59 % del año pasado, estas cifras siguen siendo demasiado altas, ya que más de la mitad de las mujeres que experimentaron estos comportamientos no se sintieron cómodas al momento de denunciarlo con sus empleadores. De manera preocupante, las mujeres de la comunidad LGBT+ (76 %) y las mujeres pertenecientes a grupos étnicos minoritarios (53 %) experimentaron más comportamientos no inclusivos en los últimos 12 meses.
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