Podemos definir nomofobia como el miedo irracional que siente una persona al salir de casa sin teléfono móvil. Esta fobia a no tener el teléfono móvil cerca, se agrava con otras obsesiones relacionadas como la de tener el móvil siempre cargado o la ansiedad que puede provocar su inoperación, ya sea por falta de cobertura, internet o por avería. En muchas ocasiones, esta fobia provocada por la dependencia al teléfono móvil puede llevar a condicionar el día a día y a convertirse en un problema preocupante y ante el que deberíamos buscar una solución.
Entre los más afectados por la adicción al teléfono móvil se encuentran las generaciones más jóvenes, especialmente los adolescentes por la incapacidad que olvidar el teléfono móvil les supondría para conectarse a las redes sociales y a estar conectados. Si ya eres consciente de que sufres nomofobia y quieres ponerle solución, puedes seguir estos pasos para, poco a poco, conseguir superar tu adicción al Smartphone.
Apaga el dispositivo por la noche
Si estar pendiente de las nuevas notificaciones que puedan llegar a tu teléfono y de actualizar una y otra vez las redes sociales, la mejor opción es que apagues el teléfono, especialmente por la noche. Se convertirá en una manera de desconectar, y muy probablemente, de mejorar la calidad de tus horas de sueño.
Deja tu teléfono en otra habitación
Durante el día puedes comenzar a guardar las distancias con tu teléfono móvil. En muchas ocasiones no nos damos cuenta pero llevamos la adicción del teléfono a límites absurdos. Por ejemplo, si vas a la cocina a preparar la comida, prueba a dejar tu teléfono móvil en otra habitación, o cuando te metas en la ducha, no es necesario que metas también tu Smartphone en el baño. Es una manera sencilla y aparentemente sin importancia de comenzar a sanar esa relación tóxica.
Elimina aplicaciones innecesarias
Muchas veces estamos utilizando el móvil sin ningún uso, simplemente abriendo y cerrando aplicaciones por inercia sin estar realizando ninguna actividad. Desinstala de tu terminal todas aquellas aplicaciones que te roban tiempo y que no tiene una utilidad real. Deja aquellas aplicaciones de mensajería que te sirvan para comunicarte, y el resto de tus perfiles en redes sociales los puedes consultar una par de veces al día desde tu ordenador.
Pequeñas salidas sin teléfono
Vale, es verdad que muy poca gente sale a la calle a pasar un día entero y se deja el teléfono en casa, pero podemos empezar poco a poco. Cuando salgas a hacer cosas rápidas, como bajar a comprar al supermercado o salir a tirar la basura, no te lleves el móvil contigo, no lo necesitas, vas a volver en unos minutos.
Disminuye progresivamente el tiempo de uso
Prueba a ponerte intervalos de tiempo que debes superar. Por ejemplo, puedes empezar por proponerte no mirar el teléfono en 30 minutos si no es necesario. Puedes ir subiendo esa duración de detox tecnológico con una hora, dos horas…
Limita tus horarios
Además de los intervalos de descanso que hemos propuesto ya, ponte unos horarios al día en los que fuera de ellos te auto vetas el uso del teléfono móvil. Por ejemplo, no utilizar el teléfono después de las 11 de la noche para relajarte y desconectar antes de dormir, o durante el horario de comida.
Busca ayuda profesional
Si todas estas pautas anteriores no te dan resultados y sientes la necesidad de llevar el teléfono contigo todo el día, puedes y debes ponerte en manos de un profesional de la psicología. Al fin y al cabo se trata de un trastorno de ansiedad provocado por la dependencia al Smartphone.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes