El director de la ONG Convite, Luis Cabezas, informó que Venezuela «es un país que está en plena transición demográfica», por lo que «ser un adulto mayor es un gran desafío». Asimismo, comentó que en la nación hay una «precaria» política pública dirigida hacia las personas adultas mayores, «porque siempre hemos tenido la etiqueta de un país joven».
«Las personas adultas mayores han enfrentado unos enormes desafíos en una sociedad profundamente discriminatoria», resaltó.
Cabezas destacó que los adultos mayores en Venezuela no llegan a percibir «ni siquiera US$ 30 mensuales»: «la gente no solo vive para comer, la gente también se recrea, se viste, tiene su casa, tiene su padecimiento».
«Nos preocupa el deterioro de la salud emocional de las personas adultas mayores», agregó al tiempo que sumó que el tema emocional está ligado a la soledad que padecen muchas personas de la tercera edad en la actualidad.
Igualmente, afirmó que «la precariedad económica» ha llevado a los adultos mayores «al oficio de la informalidad». «Ofrecer una chamba (trabajo) precaria no es una alternativa para las personas adultas mayores, no deberían trabajar por una bolsa de comida sino por una paga justa», recalcó.
El director de Convite puntualizó en VPI que «la precariedad ha llevado a muchos adultos mayores a que estén actualmente en la informalidad ejerciendo oficios que los exponen».
Actualidad Laboral / Con información de Banca y Negocios
