La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Unión Europea (UE) quieren que la economía naranja tenga una mayor penetración en Costa Rica, Colombia y Panamá a través de actividades de asistencia técnica, para apoyar el fortalecimiento de la cadena de animación digital. La llamada “economía o cadena naranja” comprende aquellos sectores donde el valor de los bienes y servicios, se fundamenta en la creatividad y la propiedad intelectual y puede incluir desde la artesanía y arquitectura, hasta la producción de cine y moda.
El organismo latinoamericano, así como el bloque europeo, también buscan fomentar la integración en la región mesoamericana en el marco del Proyecto EUROMIPYME que realiza el organismo regional de las Naciones Unidas. La iniciativa se anunció oficialmente en el “Lanzamiento regional del programa de asistencia técnica a la cadena naranja”, que se realizó el 13 de agosto en la Ciudad de Panamá, organizado por la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Panamá (AMPYME).
Para el caso de Costa Rica, se realizó un lanzamiento nacional del programa, este martes 14 de agosto, en un encuentro en la sede del Ministerio de Cultura y Juventud, en San José, que contó con la participación de Sylvie Durán Salvatierra, ministra de Cultura y Juventud; Victoria Hernández Mora, ministra de Economía, Industria y Comercio; así como Duayner Salas, viceministro de Comercio Exterior.
Esta propuesta de asistencia técnica, se enfoca en los sectores de la cadena naranja que cuentan con mayores niveles de digitalización y uso de alta tecnología: música, videojuegos y multimedia, producción de videos para películas, series de televisión, videoclips y otras formas de animación digital.
El objetivo de esta propuesta de asistencia técnica, se centra en diseñar propuestas de políticas para el fortalecimiento de la cadena de valor de la animación digital; precisamente, esas políticas proponen promover el encadenamiento productivo de las empresas que operan en este rubro, favorecer su productividad y competitividad mediante la innovación, la adopción de nuevas tecnologías, especialmente en el ámbito digital, y potenciar el comercio al interior de la región mesoamericana.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes México
