Áliad Conocimiento y Servicio, una compañía española especializada en el sector salud, asegura que el aumento del sedentarios y el estrés en los empleados plantea un escenario poco esperanzador para quienes desean ser activos laboralmente más allá de los 65 años.

El envejecimiento y la dependencia de la población son una amenaza preocupante para todos: el número de personas mayores de 60 años se ha duplicado con respecto a 1980; para 2050 habrá 400 millones de personas de 80 años y los mayores de 65 serán el doble que los niños menores de 14 años. "La solución es evidente: debemos prolongar la salud y la actividad, gestionando nuestra forma de vida", analiza la empresa especializada.

El director general de Áliad, Julio González Bedia, aconseja empezar a potenciar ya los hábitos de vida saludables en las empresas porque, a largo plazo, permitirá la fidelización y atracción de nuevos talentos, reducirá los costes relacionados con el absentismo y, en definitiva, mejorará la productividad de los trabajadores.

Entre las normas saludables que las compañías deberían asumir para preparar un entorno laboral más longevo, destacan siete:

1. Impulsar la concienciación, la formación y la información de sus trabajadores y, a través de ellos, de sus familias y de la sociedad.

2. Promover la actividad física. Acudir a la oficina andando o en bicicleta en aquellos lugares donde la localización de la compañía permita practicar estas actividades. En el caso de que se encuentren en zonas apartadas, se recomienda el fomento de actividades deportivas en grupo: fútbol, baloncesto o cualquier práctica colectiva. A la vez que sirve para cohesionar las relaciones laborales, mejora la salud de los empleados.

3. Favorecer la alimentación saludable. Evitar comidas apresuradas, ofrecer menús saludables, crear ambientes relajados, instalar máquinas de frutos frescos y dispensadores de agua en lugar de las tradicionales máquinas de refrescos y bollería industrial, etcétera.

4. Cuidar la ergonomía para prevenir lesiones de espalda, articulares y otros defectos posturales. Una solución sería la colocación de carteles visibles sobre las formas adecuadas de sentarse, moverse, levantar cargas...

5. Fomentar las revisiones médicas. Ya no solo los tradicionales chequeos médicos, sino las visitas de especialistas en Psicología, Nutrición y Deporte para evitar que aparezcan los problemas de sedentarismo y estrés.

6. Contribuir a evitar los hábitos nocivos, sobre todo, el alcohol y el tabaco: impulsar campañas, crear espacios libres de humo, restringir las bebidas alcohólicas en el entorno laboral...

7. Evitar el estrés. Asignar y redistribuir responsabilidades, formar en control de estrés, facilitar la conciliación con la vida familiar, etc. El estrés es actualmente una fuente importante de enfermedades y de absentismo laboral, y puede prevenirse con un ambiente empresarial transparente y amigable a la vez que activo y productivo.

Según González Bedia, "las empresas deben desempeñar un papel social proactivo en la promoción de la salud y del envejecimiento activo".

Actualidad Laboral / ABC.es