Desde finales del año 2022, las grandes empresas tecnológicas han protagonizado muchísimos titulares sobre despidos masivos de trabajadores. Y apenas han pasado unas semanas de 2024 y esas noticias continúan: gigantes como Google, Amazon (en varias de sus unidades, incluida Twitch), Microsoft, Paypal o Spotify han echado a miles de personas a la calle.
Algunas como Google ha amenazado con más despidos (lo que tiene a su plantilla en un profundo descontento, y con gran desconfianza hacia la empresa). Esta misma compañía anunció despidos el verano pasado, incluso tras presentar ganancias y conocerse que el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, recibió un gran aumento de sueldo el año anterior.
También otras firmas de las mencionadas tienen grandes beneficios. Por ejemplo, en octubre de 2023 se hacía público que Amazon había triplicado su beneficio tras aumentar un 13% sus ventas; hace unos días se hacía público que Meta aumentó su beneficio un 68% en 2023, a 39.098 millones de dólares; y Microsoft en octubre publicaba que sus ganancias habían crecido un 27% en el tercer trimestre de 2023.
En total, casi 32.000 trabajadores han sido despedidos de 122 empresas tecnológicas desde principios de año, según el sitio web Layoffs.fyi.
No es solo la de Mountain View la que está en esta situación. Los gigantes tecnológicos que han protagonizado estos despidos, están también registrando beneficios récord. El medio de comunicación BBC ha querido ver qué hay detrás de todo esto y desde Genbeta, hemos recopilado información de más investigaciones y confesiones filtradas de personas afectadas de estas empresas para dar algunas respuestas a lo que se encuentran tras los despidos masivos.
Aumentan los gastos
Estas empresas tienen enormes ganancias, pero también se enfrentan a muchos gastos. El panorama tecnológico va evolucionando, nuevos retos, mayor competencia, nuevas empresas, tecnologías puntas como la inteligencia artificial que ha dado un giro radical al panorama (los gigantes tech de siempre están buscando su lugar).
A pesar de las ganancias de las empresas, también hay nuevos gastos y, parece ser, que la forma de recortar, es quitando personal. Por ejemplo, hace unos días veíamos que Microsoft estuvo casi dos años de proceso para gastarse miles de millones de euros en Activision Blizzard, para luego tardar unas pocas semanas en echar a gente a la calle.
También en enero veíamos que Meta, que también se ha llevado por delante a mucha gente en sus esfuerzos de reorganización, planea grandes inversiones en IA. Además, en diciembre, una investigación externa hablaba de que Meta se ha hecho con una enorme cantidad de esos chips, al igual que Microsoft, y muy por encima de (al menos tres veces más) que las compras de otras empresas del sector. Eso es mucho gasto.
Un artículo de Forbes del mes de enero recordaba que Microsoft, que despidió a unos 10.000 empleados, anunció prácticamente al mismo tiempo, el pasado 2023, que planeaba invertir 10.000 millones de dólares en OpenAI, los creadores de la aplicación viral ChatGPT.
De la sobrecontratación a la inflación
Recuerda BBC que en medio de la ola de euforia por el éxito que alcanzaron durante la pandemia, muchas compañías de Silicon Valley aumentaron las contrataciones y expandieron sus planes de crecimiento. Sin embargo, la inflación, sobre todo la que vemos en Estados Unidos, más tras el comienzo de la guerra de Rusia contra Ucrania hace ahora dos años, cambió el panorama.
El pasado año, empleados de Meta despedidos hablaron abiertamente de su situación en la empresa y dijeron que prácticamente desde que fueron contratados no tenían nada que hacer. Su teoría es que, en momentos de gran crecimiento como fue la época Covid para los servicios online, la firma quería quedarse con el talento para, simplemente, quitarlo a otras firmas. También un ex directivo filtró que para ascender en Meta, los jefes solo tenían que contratar a más gente.
También vimos Stewart Butterfield, el ex CEO de Slack, compartió hace unos días unas ideas muy interesantes sobre cómo puede ocurrir el exceso de contratación, identificando un comportamiento entre los supervisores que él considera la "raíz de todo este exceso".
De acuerdo con Butterfield, cuando no hay restricciones reales a la contratación, "contratas a alguien, y lo primero que esa persona quiere hacer es contratar a otras personas". La razón, explicó, es que "cuanta más gente dependa de ti, mayor será tu prestigio, mayor tu poder en la organización", según declaró en el podcast Odd Lots de Bloomberg.
En este caso, también es necesario hablar de que muchos despidos obedecen a puestos comerciales, no de producto o desarrollo, es decir, que no son puestos técnicos, como han recogido los análisis de la situación. También muchas personas despedidas eran del departamento de recursos humanos, que hay empresas que han querido recortar por no tener en mente llevar a cabo contrataciones.
Exigencias de los inversores
Al Jazeera publicaba hace unos meses que las empresas que cotizan en bolsa dan prioridad a sus accionistas a la hora de tomar decisiones, incluso si ello expone a los empleados a recortes de plantilla.
Tal y como lo explicaba un documento de 2019 del Foro sobre Gobierno Corporativo de la Facultad de Derecho de Harvard, "el consejo de administración de una empresa debe sus "deberes fiduciarios" exclusivamente a los accionistas, lo que significa que el consejo, a medida que toma decisiones, es el único responsable ante los accionistas".
En otras palabras, las empresas son legalmente responsables ante sus accionistas de tomar las mejores decisiones financieras. A su vez, los ejecutivos toman decisiones para maximizar los beneficios de los accionistas, incluso aumentando el precio de las acciones, por encima de casi todos los demás implicados: los trabajadores, los consumidores y el propio producto.
Actualidad Laboral / Con información de Genbeta