Aquellas empresas que aceleraron su transformación digital antes de la pandemia crecían el doble que las que no y, ahora, post COVID-19, crecen cinco veces más. La rápida aceleración de la transformación digital de las industrias generada por la crisis está aumentando la brecha en la generación de valor en los negocios y, en ese contexto, han surgido cuatro nuevas realidades que están marcando a las compañías y la sociedad, todas las cuales no pueden ser abordadas sin cloud.


En primer lugar, está la experiencia humana. Ocho mil millones de personas cambiaron su comportamiento producto de la pandemia. El mejor ejemplo de esto es el explosivo aumento del uso de canales digitales para consumir, el cual ha crecido más de un 300%, de acuerdo un estudio reciente de Accenture. Además, esta es una tendencia que se mantendrá post pandemia y la mayoría de los consumidores a nivel mundial afirma que seguirá usando los canales digitales cuando termine la crisis. Cuando comenzó la crisis sanitaria, la demanda en estas plataformas tuvo un crecimiento explosivo y con ello se generaron importantes interrupciones en las cadenas de suministro de todas las industrias. Cloud fue la tecnología que permitió a las organizaciones seguir funcionando.


Luego tenemos que todo negocio es tecnológico. Si algo nos enseñó la pandemia es que la tecnología es clave para seguir operando y, para abordar la brecha digital y de crecimiento recién expuesta, es necesario acelerar la transformación digital de los negocios. Las empresas en América Latina reconocen esta urgencia y, de acuerdo con la última versión del estudio de Accenture, Techvision, 73% aceleró la transformación digital de sus organizaciones producto de la crisis, mientras cloud es la tecnología que más proyectan escalar este año. Esta es una muy buena noticia, porque escalar significa desarrollar la nube a través de todo el negocio y no en silos o para proyectos específicos. Así también, implica que las empresas de la región ya han adoptado cloud en niveles importantes.


La tercera realidad es la nueva forma de trabajar. La pandemia nos dejó un mundo laboral híbrido, es decir, digital y presencial. Las empresas deben avanzar hacia ese modelo y a nivel regional, 60% de las organizaciones dice que mantendrá el teletrabajo en mayor o menor nivel, mientras más del 80% de los trabajadores a nivel mundial quiere continuar con el trabajo híbrido. La nube (plataformas de colaboración) y la conectividad permitirá que todos podamos trabajar desde casa de forma fluida y segura.

Finalmente está la sustentabilidad, el nuevo digital. Se debe replantear la manera en que se hacen los negocios para ser más amigables con el medioambiente y cloud tiene un rol fundamental en ese sentido. Si se sigue un enfoque ecológico, las migraciones a la nube pública pueden reducir las emisiones de CO2 globales por 59 millones de toneladas anuales. Esto representa una reducción del 5,9% en las emisiones totales de TI y equivale a sacar 22 millones de autos de las calles.


Todas estas nuevas experiencias tienen un denominador común, la data. Las empresas necesitan gestionar de forma eficiente y segura esos datos y sin cloud es una misión imposible. La nube entrega flexibilidad y elasticidad a las operaciones de los negocios, los que les permite mantenerse funcionando incluso en tiempos de crisis. Les da a las organizaciones la agilidad y velocidad necesarias en tiempos de mercados cambiantes e inestables.


Además, la nube fomenta la innovación a nivel empresarial, un elemento fundamental para mantener la competitividad actualmente. De acuerdo con el Techvision, 90% de las empresas latinoamericanas afirma que hoy está innovando con urgencia, mientras 80% dice que para ser ágiles y resilientes necesitan acelerar su transformación digital con cloud como base.


La pandemia transformó la sociedad y el mundo de los negocios y el denominador común en todos esos cambios es cloud. Por eso, el momento de acelerar su adopción y escalabilidad es ahora.


Actualidad Laboral / Con información de MBA Americaeconomia