Seguramente en más de una ocasión, cuando te has postulado de candidato para un nuevo empleo, te han saltado todas las alarmas. Hay que estar muy atentos para no caer en trampas que luego a la larga nos harán la vida más complicada. Independientemente de cuál sea el sector del puesto de trabajo al que seas candidato, hay una serie de señales que denotan que no es para ti. Puede ser, quizás, una mala intuición sobre la personalidad o la manera de trabajar de la gente que lo compone. O las condiciones que no te cuadran del todo. En este sentido, es de vital importancia prestar atención a estos signos o sensaciones.


Por ello, Jennifer Parris, periodista de la revista especializada en el mundo del empleo 'Fast & Company' ha recopilado algunas de ellas con la intención de que estés prevenido. También puede ser que te equivoques y finalmente el puesto esté hecho para ti.


Un proceso de selección demasiado largo


Todos nos encontramos en alguna lista de candidatos durante un tiempo. Y bien es cierto que la espera puede demorarse o antojarse como una eternidad. Pero en caso de que pasen semanas o meses sin recibir ni una mínima respuesta, para que de repente y justo después tu empleador te diga que te aceptan... mejor pensárselo dos veces antes de firmar el contrato.


"Una entrevista de trabajo es un intercambio de información. Ambas partes deben hacer preguntas para saber si eres la persona que necesitan". "A menos que haya una muy, muy buena razón, tardar tanto en responder podría indicar que tu puesto no es una prioridad, lo que significa que no obtendrás el apoyo que deseas o necesitas", argumenta Parris. Evidentemente, si es el trabajo al que llevas optando toda la vida y te has preparado mucho para ello, ni lo pienses: es mejor equivocarse que no haberlo intentado.


El jefe... no te da buena espina


Por norma general, los jefes tienden a hablar de las bondades del empleo en las entrevistas y procesos de selección. Y, a su vez, quieren asegurarse de que eres la persona adecuada que está buscando para unirse a tu equipo. Por ello, si ya desde el principio no te da buenas sensaciones o crees que mucho de lo que cuenta no es verdad al usar frases cliché sobre la cultura de la empresa o el ambiente que se respira en ella, lo mejor es que te lo pienses más de una vez. Tienes que ser consciente de que vas a tener que cumplir con todo lo que te diga si finalmente aceptan tu candidatura. Por tanto, si notas algo raro en su expresión, no define bien lo que espera de ti o no te deja claro qué es lo que está buscando, lo mejor es que reconsideres tu elección.


El trabajo no es lo que parece


Imagínate que lees en la oferta que buscan a un técnico de marketing. Pero cuando llegas a la entrevista, te das cuenta de que se basa más en repartir 'flyers' a pie de calle o de venta directa de productos. Estos casos son más habituales de lo que parece. Y a no ser que te guste improvisar o trabajar en algo que no estabas buscando o que no es lo tuyo, seguramente dures menos 'de lo que canta un gallo' en la empresa. Por otro lado, si tu futuro jefe no define claramente los objetivos ni las tareas de las que te encargarás, te es demasiado vago respecto a tus deberes con la empresa o sientes que hay muchas partes de su discurso que no cuadran... lo mejor es que salgas pitando a riesgo de llevarte una desilusión.


Te enfrentas a una entrevista muy incómoda


"Una entrevista de trabajo debe ser un intercambio natural de información", asevera Parris. "Tanto tú como tu empleador deben hacer preguntas para saber si eres la persona que necesitan y están buscando. Pero si te hacen demasiadas preguntas incómodas, podría conseguir que te replantees dos veces el hecho de aceptar el puesto". También podría ocurrir que solo quiera "obtener información sobre tus trabajos anteriores sin una intención real de contratarte", por lo que deberías descartar que realmente lo vaya a hacer. Por supuesto, si ya te habla mal o con falta de educación, ni lo pienses dos veces.


Te hacen demasiadas pruebas


Evidentemente, es normal que tengas que pasar por diferentes pruebas y exámenes para saber si eres la persona a la que están buscando, especialmente si optas a un trabajo muy especializado. Pero no es raro encontrarse con empresas que lo único que quieren es aprovecharse del candidato, sumiéndole en un alud de trabajo gratuito bajo el pretexto de que es para formarle o que en unas semanas si lo hace bien le acabarán contratando. No caigas en este tipo de trampas. No todo es aceptable, y mucho menos el trabajo gratis o a costa de las esperanzas de una persona.


Hay mucha rotación de personal


"Ver el mismo anuncio de trabajo una y otra vez podría indicar que la empresa está teniendo serias dificultades para mantener a alguien en el puesto", señala Parris. "En cualquier caso, que se repita tanto una misma oferta en los portales de empleo, podría denotar una alta rotación de personal, lo que la mayoría de las veces significa problemas". Sin embargo, tampoco conviene desecharlo a la primera de cambio, ya que a lo mejor el proceso de selección sí que se está demorando más de lo previsto por causas ajenas a la empresa. Por ello, lo mejor es preguntar directamente qué ocurre o acudir a webs como LinkedIn para saber quién trabajó allí o por qué la gente termina yéndose de ese puesto.


Las horas extra son obligatorias y no están bien pagadas


Una cosa es que sea temporada alta y haya que cubrir horas de más cada jornada, pero el hecho de que intuyas que te quieren hacer trabajar todo el tiempo a cambio de nada o de muy poco, debería ser una señal de alerta para no aceptar el trabajo. Además, el hecho de que lo mencionen podría indicar que la compañía está muy mal administrada internamente o constantemente hay falta de personal.


Actualidad Laboral / Con información de El Confidencial