La filial brasileña de la aerolínea Latam, una de las tres principales compañías aéreas de Brasil, remitió a las autoridades del país una solicitud de aprobación regulatoria para la formación de una empresa conjunta con el grupo estadounidense Delta, informó la compañía.
La propuesta del acuerdo celebrado entre Latam y Delta será ahora analizada por el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil, un organismo antimonopolio vinculado al Ministerio de Justicia.
Según precisó Latam Brasil en un comunicado, el proceso de revisión por parte del organismo de libre competencia brasileño representa el primer trámite regulador del acuerdo alcanzado el pasado mayo entre el chileno LATAM Airlines Group y sus respectivas filiales y el gigante Delta Air Lines.
Una vez obtenidas todas las autorizaciones necesarias, ambas aerolíneas podrán conectar, ampliar y complementar sus redes de destinos entre Norteamérica y Suramérica.
La sociedad entre las dos empresas fue anunciada el año pasado y el acuerdo fue firmado el pasado 7 de mayo, pero depende ahora de la aprobación de las autoridades reguladoras de los respectivos países en los que el nuevo grupo actuará.
Según explicó el director ejecutivo de Latam Brasil, Jerome Cadier, la creación de la empresa conjunta (joint venture) es una "prioridad" que se enmarca en el plan estratégico de la compañía para hacer frente a las fuertes pérdidas sufridas por el sector aéreo en medio de la pandemia del coronavirus.
"Esta alianza es un ejemplo de cómo Latam saldrá de esta crisis mundial como un grupo fortalecido, más ágil y competitivo", señaló Cadier, citado en el comunicado.
Antes de la pandemia, Latam operaba cerca de 1.400 vuelos diarios a 145 destinos en 26 países y contaba con una flota de 332 aviones, pero en la actualidad tiene el 95 % de sus operaciones suspendidas, manteniendo sólo 39 rutas domésticas en Brasil, 13 en Chile y cuatro rutas internacionales.
Esta situación llevó a que la empresa despidiera alrededor de 3.000 empleados entre sus filiales de América Latina y se acogiera el pasado 26 de mayo a la ley de quiebras de Estados Unidos, en un proceso voluntario de reorganización y reestructuración de deuda.
Aunque la filial brasileña haya quedado fuera de ese proceso, Latam inició negociaciones con los sindicatos del país para reducir el número de funcionarios de la compañía en el gigante sudamericano, que cuenta con unos 21.000 empleados, y espera reducir hasta un 40 % su flota este año.
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