16-09-2022

Numerosos depositantes, incluyendo uno armado con un fusil de caza, irrumpieron en al menos cuatro bancos en Líbano el viernes para reclamar sus ahorros, en un indicio del caos creciente en esta nación del Mediterráneo varada en un desplome económico histórico.


Los incidentes fueron los más numerosos en un día y crean temores de que más depositantes desesperados traten de sacar su dinero a la fuerza. Reflejan además la furia del público por los estrictos controles informales de los bancos sobre las extracciones de efectivo, derivados de la crisis financiera.


En lo que pareció un intento para reorganizarse y ganar tiempo, la Asociación de Bancos de Líbano dijo que todas las sucursales estarían cerradas por tres días, a partir del lunes.


Sin embargo, no estaba claro de inmediato cómo los bancos o las autoridades podrán frenar una posible ola de incidentes similares. Los depositantes que han decidido actuar han disfrutado de amplia simpatía pública y ha sido tratados con relativa indulgencia por la policía.


Por otro lado, una ola de irrupciones bancarias así pudiera desestabilizar más Líbano y sus vapuleadas instituciones, en momentos en que no se avizora un fin de la crisis económica.


Desde que estalló la crisis hace tres años, los depositantes con dólares estadounidenses han podido mayormente sacar dinero en libras libanesas a una tasa mucho más baja que su valor real. Las pérdidas son uno de los factores que han arrojado a tres cuartas partes de los libaneses a la pobreza y aumentado el delito. Algunos depositantes desesperados han acudido a la fuerza.


Un grupo de protestas llamado Clamor de los Depositantes dijo el jueves en una conferencia de prensa que habrá más irrupciones en bancos. “Es una batalla para liberar depósitos”, dijo el grupo en una declaración.


Los bancos habían sido criticados durante años por hacer inversiones riesgosas pese a la amplia corrupción en el país. En marzo del 2020, Líbano se declaró por primera vez en impago de su deuda, que había alcanzado 90.000 millones de dólares — 170% del producto interno bruto.


Los ataques a tres bancos en Beirut y uno en una ciudad costera en el sur se produjeron dos días después de que una mujer acompañada por activistas y armada con lo que dijo era una pistola de juguete ingresó a un banco para sacar 13.000 dólares de sus ahorros. Dijo que usaría el dinero para el tratamiento de cáncer de su hermana.


La crisis ha empeorado en los últimos meses. La clase política que ha gobernado el país desde el fin de la guerra civil de 1975-1990 apenas ha hecho nada para sacar a Líbano de lo que el Banco Mundial describió como una de las peores crisis económicas en el mundo.


Actualidad Laboral / Con información de AP