Un cruce de miradas, una charla amena en el pasillo y ocurrió. Intentaron negarlo, luego esconderlo, pero fue inútil. El interés se despertó entre dos empleados de la misma oficina. Y si a ello le suma una jornada laboral de ocho horas, tenga por seguro que en pocas semanas decidirán ser más que colegas.
El amor llegó al equipo que usted dirige. ¿Intervenir o mantenerse al margen? Ese será, desde ahora, su dilema.
“Claramente, no hay nada a lo que dediquemos más tiempo que al trabajo, por lo que pasa a ser la actividad principal y más demandante. No es raro que en este contexto, donde una parte sustancial de la vida se lleva a cabo en el trabajo, se entremezclen la vida laboral con la personal”, sentencia Diego Andiarena, Director de PCG Consulting.
En la oficina se comparten largas horas junto a otros profesionales. Pasar tiempo con otras personas lleva a construir relaciones personales. Y es que, según Andiarena, la ley de atracción por proximidad funciona, en especial en el trabajo.
¿Qué hacer?
Los gerentes de recursos humanos buscan un punto de equilibrio sobre hasta dónde se puede regular las decisiones personales de los colaboradores, sobre todo si se trata de un tema tan privado como una relación sentimental.
“Una postura implica prohibir. En caso de que se forme una pareja entre empleados, uno de ellos debe desvincularse voluntariamente. Incluso algunas brindan asistencia para reinsertarse en el mercado laboral”, describe Andiarena.
La segunda postura que adoptan las empresas es no ingresar en la vida personal de los colaboradores.
Aquí el desafío es sostener la coherencia como compañía y evitar que en situaciones similares se tomen decisiones diferentes.
Bajo protocolo
Una de las posiciones más acertadas, según Andiarena, es la que propone un control desde antes de que la situación se genere, a través de reglas.
“Se trata de controlar las relaciones de trabajo entre quienes son pareja. No pueden darse entre jefes y colaboradores, ni auditores y auditados”, explica. Esta regla tiene como base evitar cualquier tipo de favoritismo o suspicacia.
Gestionar empleados implica lidiar con todas sus facetas, incluyendo aquellas privadas que pueden impactar en lo laboral.
Las claves
Comuníquelo. En caso de iniciarse una relación en el trabajo será importante que el jefe directo esté enterado.
Ámbitos. Será importante que ninguno intervenga en las decisiones profesionales del otro.
En corto
Discreción. Evitar utilizar la oficina para protagonizar escenas amorosas será fundamental para incrementar la confianza de un jefe sobre la pareja implicada. Para evitar esto, deben programar sus encuentros a la hora del refrigerio, almuerzo y salida del trabajo.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión.pe