11-01-2021

Pese a que el gobierno argentino dio marcha atrás de forma parcial con la suspensión de la exportaciones de maíz, tres grandes entidades agropecuarias iniciaron hoy un cese de comercialización de granos durante 72 horas al considerar que la medida es insuficiente.


Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, dijo que “el paro sigue” al mostrar su disconformidad con el monto de ventas externas de 30.000 toneladas por día que el gobierno ha decidido habilitar con el alegado propósito de mantener abastecido el mercado interno.


Las otras dos entidades rurales que se adhieren al paro son Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural Argentina. Coninagro -la cuarta organización de peso en sector- se pronunció en contra del cepo a las exportaciones pero no se sumó a la protesta.


Los productores quieren que las restricciones sean alivianadas o eliminadas directamente.


Según Achetoni, “el gobierno busca que caiga el precio del maíz; pero si es una medida transitoria, no va a caer. Y si se dilata en el tiempo nos preocupa porque podrían tomar medidas similares con la carne”.


Argentina es el tercer exportador de maíz del mundo.


Luego de levantar parcialmente la suspensión de exportaciones que regía hasta marzo, el Ministerio de Agricultura señaló en un comunicado que “es de preocupación del Estado nacional el impacto de los precios de esta materia prima sobre las distintas cadenas de transformación en alimentos de la mesa de los argentinos y argentinas”.


Y agregó que se estableció un cronograma con el Consejo Agroindustrial Argentino a partir del martes para “trabajar propuestas para desacoplar los precios internacionales de los domésticos”.


Esta es la segunda protesta de los productores agropecuarios contra la administración del presidente Alberto Fernández luego del aumento, en marzo de 2020, de los impuestos a las exportaciones de soja, la oleaginosa estrella del campo argentino.


El paro tiene lugar en momentos en que el gobierno necesita divisas que provienen de las exportaciones en un contexto de crisis económica agudizada por la pandemia del nuevo coronavirus.


Cuando el gobierno dispuso el 30 de diciembre la suspensión de las ventas externas de maíz argumentó que era para asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima “en sus procesos de transformación, básicamente la producción de proteína animal como carne de cerdo, pollo, huevos, leche... donde el cereal representa un componente significativo de sus costos de producción”.


Precisó que hasta ese momento se había autorizado la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la campaña 2019/20, sobre un total teórico exportable de 38,50 millones de toneladas.


Actualidad Laboral / Con información de AP