Cuando un colaborador es ascendido a la posición de jefe, lo más recomendable es que mantenga los pies en la tierra y no abuse de su autoridad.
Si este es tu caso, el portal Business Insider enlista una serie de características que te convertirían en un buen jefe y en ejemplo a seguir.
Hace que sus empleados se sientan valorados: Además del “por favor” y “gracias”, un buen líder es capaz de mostrar medidas adicionales para que los colaboradores se sientan apreciados. Por ejemplo, puedes escribir un agradecimiento personalizado o un correo donde resaltes el empeño de alguien en específico. Esto podría impulsar el trabajo en equipo.
Tiene interés en el desarrollo de los empleados: Los buenos jefes saben que los empleados también están en un empleo para aprender y desarrollar sus capacidades. Es por eso que delega las tareas que pueden contribuir al desarrollo profesional de los colaboradores.
Mantiene la actualización: Si entra algún nuevo sistema o se dispone de un nuevo paradigma para realizar actividades, un verdadero jefe sabe que la preparación y elaboración de seminarios son indispensables.
Toma el tiempo necesario para descubrir un curso de acción que compense los pocos conocimientos que un colaborador tiene sobre algún tema.
Da el crédito al empleado frente a su jefe: Es decir, resalta las habilidades y resultados frente a máximo líder del área.
Deja ir: Así de sencillo. Suelta las riendas en cuanto a la realización y delegación de un proyecto. Esto no significa que va a abandonar a su equipo, simplemente no se interpondrá en las decisiones que se tomen.
Aquí es donde tu única tarea es ofrecer herramientas, recursos u otro tipo de apoyo.
Actualidad Laboral / Con información de Mundo Ejecutivo