Todos hemos oído hablar de (o visto de primera mano) gente que hace cosas muy locas en el trabajo.
La verdad es que usted no tiene que tirar una silla por una ventana o renunciar en medio de una presentación para causar un daño irreparable a su carrera, según Travis Bradberry, colaborador de LinkedIn.
No importa cuán talentoso o exitoso sea, hay ciertos comportamientos que cambian instantáneamente la forma en que la gente lo ve y califica. La siguiente lista contiene nueve de los comportamientos más notorios que debe evitar a toda costa.
Ser traicionero
El nombre lo dice todo. Apuñalar a sus colegas por la espalda, intencionadamente o no, es una enorme causa de conflicto en el lugar de trabajo. Una de las formas más frecuentes de traición es pasar por encima de alguien para resolver un problema. La gente por lo general lo hace en un intento de evitar el conflicto, pero terminan creando aún más conflicto tan pronto la víctima se da cuenta. Cada vez que usted hace quedar mal a una persona ante sus colegas, se siente como una puñalada por la espalda, independientemente de sus intenciones.
Ser chismoso
La gente queda terriblemente mal cuando se deja llevar por chismes sobre otras personas. Revolcarse en la comidilla de las desgracias u errores de otros puede terminar lastimando sus sentimientos si el chisme llega a ellos. El chisme le hará parecer negativo y rencoroso en todas las ocasiones, eso es garantizado.
Tomar crédito por el trabajo de otros
Todos hemos experimentado esa sensación de vacío en el estómago cuando se descubre que alguien ha robado su idea. Tomar el crédito por el trabajo de otro, no importa cuán pequeño sea, crea la impresión de que usted no ha hecho nada significativo por su cuenta. Robar el crédito también muestra que usted no tiene respeto por su equipo y sus relaciones de trabajo.
Tener un secuestro emocional
Mi empresa ofrece retroalimentación y coaching ejecutivo de 360 grados, y nos encontramos con demasiados casos de gente que lanza cosas, grita, hace llorar a la gente y otros signos reveladores de un secuestro emocional.
Un secuestro emocional demuestra baja inteligencia emocional, y es una fácil manera de ser despedido. Tan pronto usted demuestre ese nivel de inestabilidad, la gente se preguntará si es o no es una persona confiable y capaz de mantener la compostura cuando sea necesario.
Explotar con cualquier persona, independientemente de lo mucho que puedan “merecerlo”, genera una cantidad enorme de atención negativa hacia usted. Va a ser etiquetado como inestable, inaccesible e intimidante. Controlar sus emociones lo mantiene al mando de la situación. Cuando usted es capaz de controlar sus emociones frente a personas que lo perjudican, ellos terminan quedando mal en lugar de usted.
Decir que odia su trabajo
Lo último que alguien quiere escuchar en el trabajo es alguien que se queja de lo mucho que odia su trabajo. Hacer esto lo califica como una persona negativa y tira abajo la moral del grupo. Los jefes son rápidos para detectar a los detractores que hunden la moral de sus compañeros, y saben que siempre hay entusiastas reemplazos que esperan a la vuelta de la esquina.
Ser presumido
Cuando alguien anota un gol cualquiera y lo celebra incansablemente con una vuelta olímpica, no es difícil asumir que esta persona no ha logrado muchos goles durante su carrera. Por otro lado, si marca un gol y simplemente se concentra en ganar el partido, esto transmite una mentalidad sin cambios, que es mucho más intimidante para el otro equipo.
Lograr grandes cosas sin jactarse de ellas refleja una mentalidad fuerte, que muestra a la gente que tener éxito no es algo extraño para usted.
Decir mentiras
Muchas mentiras comienzan con buenas intenciones –las personas quieren protegerse o proteger a alguien más– pero las mentiras tienden a crecer y extenderse hasta que sean descubiertas, y una vez que todo el mundo sepa que ha mentido, no hay vuelta atrás.
Quedar atrapado en una mentira, sin importar cuán pequeña sea, es algo agotador y duro para su autoestima. Tiene que ser auténtico si quiere ser feliz con usted mismo.
Comer alimentos olorosos
A no ser que trabaje en un buque, sus colegas se van a incomodar si usted hace que toda la oficina huela a pescado del día anterior. La regla general cuando se trata de llevar comida al trabajo es, cualquier cosa con un olor que podría ir más allá de la puerta del comedor se debe dejar en casa.
Puede parecer una cosa menor, pero llevar comida olorosa a la oficina es algo desconsiderado y genera distracción, y es muy fácil de evitar. Cuando algo que crea incomodidad para otras personas se puede evitar con tanta facilidad, tiende a causar resentimiento rápidamente. Su almuerzo picante dice a todos que simplemente usted no se preocupa por ellos, aún cuando lo haga.
Destruir puentes
Gran parte de su trabajo gira en torno a la gente que conoces y las conexiones que hagas. Dejar caer una bomba atómica sobre cualquier relación profesional es un gran error.
Uno de los clientes de TalentSmart es una gran cadena de tiendas de café que registra unas ventas relativamente altas, por lo que cuando un mesero renuncia, normalmente no se toma como algo personal. Una mesera, sin embargo, logró destruir cada puente que tenía en un solo día. Lo sorprendente es que ella no tuvo que gritar ni hacer nada extremo; lo único que hizo fue irse.
Sin previo aviso, ella se presentó para su turno del lunes y le dijo al gerente de la tienda que renunciaba (había encontrado un trabajo mejor remunerado en otro lugar), y se fue. El resultado, por supuesto, fue que cada turno en el cual ella estaba programada para trabajar en las próximas dos semanas tenía que realizarse con una persona menos, pues su renuncia intempestiva no dio tiempo para encontrar un reemplazo.
Es probable que ella haya pensado que sus acciones solo afectarían al gerente (quien no le agradaba), pero en realidad, su decisión trajo consigo dos semanas miserables para todos los que trabajaban en la tienda. Ella arruinó sus posibles conexiones positivas con cada uno de sus colegas.
Actualidad laboral / Con información de Gestión Perú