Para Octavius Newman, una serie de entrevistas para un único empleo había empezado a parecerle un videojuego.


"Seguía subiendo, peldaño tras peldaño tras peldaño, hasta llegar a otra persona", dice. Al final, Newman llegó hasta el nivel 12, pero no llegó a toparse con el jefe final.


Un correo electrónico del responsable de contratación de la empresa le reveló que la docena de entrevistas, tanto virtuales como presenciales, no habían servido para nada. Entonces, cuando Newman pidió más información, la respuesta a por qué la empresa había elegido a otro candidato le dolió.


"Su respuesta fue: 'Nada en particular. Simplemente nos hemos decidido por otro'", cuenta.


Newman, que tiene 41 años, explica a Business Insider que su experiencia intentando conseguir un puesto como responsable creativo de un equipo de redes sociales en Filadelfia, su ciudad natal, fue la más desesperante de su carrera. Aunque el número de entrevistas puede ser extremo —incluso en un mercado laboral en el que el poder vuelve a recaer en el jefe—, Newman no es el único que está harto de la lentitud de algunos empleadores.


Tras varios años en los que los responsables de contratación se centraban simplemente en cubrir las vacantes, la vuelta a un mercado laboral más normal en Estados Unidos ha resultado dolorosa para los solicitantes de empleo como Newman.


Los empresarios pueden verse tentados a tomarse su tiempo debido a una mezcla de factores: cada vez más trabajadores permanecen en sus puestos, lo que puede reducir el número de empleos que necesitan cubrirse. Además, el exceso de contratación de hace un par de años y la preocupación por cualidades amorfas como el "ajuste cultural" pueden hacer que los empresarios sean reacios a tomar una mala decisión.


Todo esto significa que la vuelta a la normalidad en el mercado laboral de 2024 puede resultar bastante desagradable para las personas que buscan trabajo, como pasar de una cita rápida a un noviazgo victoriano.


De hecho, la búsqueda de empleo está llevando más tiempo que hace varios años. En 2023, el tiempo que tardaban los trabajadores en conseguir un empleo era de 44,5 días, frente a los 40 de 2019, según las cifras más recientes de la empresa de datos de RRHH Josh Bersin Research.


No es de extrañar que muchos demandantes de empleo no estén contentos. En una encuesta de Indeed a 2000 gen zers publicada en 2023, la mitad de los encuestados dijeron que no solicitarían un trabajo que requiriera tres entrevistas separadas.


Sin embargo, a menudo es difícil saber cómo se desarrollará el proceso de una entrevista. En la experiencia de Newman, ese fue el caso: Seguía esperando que terminaran los apretones de manos, pero entonces se enteraba de que había otra persona con la que reunirse.


Newman cree que sería mejor que los candidatos tuvieran una idea aproximada del número de pasos que probablemente encontrarán en un proceso de contratación. Lo ha comparado con presentarse en un restaurante concurrido y decidir si merece la pena esperar para sentarse.


"Puedes decir: 'Oh, no, gracias. No voy a esperar una hora para comerme unas tortitas".


Los solicitantes de empleo "no quieren casarse"


J. Raymond Kilgore es un gestor de proyectos informáticos cerca de Chandler, Arizona, que lleva dos años buscando trabajo tras quedar relegado por un problema médico. Según explica a BI, durante más de una década ha trabajado sobre todo por cuenta ajena. Pero ahora, incluso el proceso de entrevista para conseguir algo como una asignación de seis meses ha demostrado ser difícil.


Cuando consigue entrevistas, estas pueden prolongarse varias rondas, a pesar de que los trabajos son de corta duración.


"No estamos buscando matrimonio", afirma Kilgore, de 68 años.


Sospecha que una de las razones por las que hay tantos pasos en el proceso —incluso para un trabajo temporal— es porque algunas personas implicadas en la contratación no están necesariamente capacitadas para hacer una oferta.


"La gente que está en las trincheras ya no tiene autoridad para tomar ese tipo de decisiones. Se siguen celebrando entrevistas con niveles superiores", explica Kilgore.


Kilgore podría llegar a entender un proceso más prolongado si el puesto fuera uno que pudiera convertirse en permanente, algo a lo que Kilgore se refiere como "probar antes de comprar".


En las redes sociales también hay opiniones sobre el exceso de entrevistas. Un usuario de Reddit escribe que, hace años, la contratación se desarrollaba en cuestión de semanas y consistía en una o dos entrevistas en persona.


"Ahora, hay una o varias evaluaciones, una entrevista en vídeo autodirigida en la que hablas con un robot a través de una cámara web, luego una entrevista de selección telefónica, después algún tipo de entrevista en persona y, por último, una entrevista en la que te reúnes con la alta dirección. Después, si los candidatos tienen suerte, recibirán una respuesta en uno o dos meses", se lamenta el autor.


Incluso cuando las cosas salen bien para los solicitantes de empleo, a menudo no es fácil. En un post reciente en Blind, un usuario ha escrito sobre lo que le costó conseguir un trabajo en Nvidia. "Estudié hasta la extenuación. La preparación de la entrevista consta de un documento de 35 páginas con mis propias notas. Este fue mi 94º intento (93 solicitudes previas todas rechazadas)".


El mejor período de entrevistas debería situarse entre las 3 o 4


Según Jennifer Schielke, consejera delegada de la empresa de selección de personal Summit Group Solutions y autora de "Leading for Impact", el lento enfoque de los empresarios no siempre es útil.


Schielke aconseja a sus clientes que estén preparados para contratar cuando publiquen una oferta de empleo. Schielke comenta a BI que, debido a los despidos y a los largos periodos de búsqueda de empleo, algunas personas han perdido la sensación de seguridad.


"Se la han arrancado de cuajo. La confianza también es un problema. Si tardas demasiado, puedes perder a la persona que realmente quieres", explica a BI.


Para Schielke, lo ideal son tres o cuatro entrevistas. Según ella, algunos directores de recursos humanos podrían haberse sentido escarmentados por los años al rojo vivo que siguieron a la pandemia, cuando era difícil atraer trabajadores y los empleados tenían muchas oportunidades de presentar sus cartas de dimisión. Eso hizo que algunos empresarios se mostraran cautelosos a la hora de contratar.


"El encaje cultural es ahora más importante que nunca para estas empresas, porque quieren personas que se queden y no abandonen el barco", afirma Schielke.


Sin embargo, algo de lo que ha visto parece ser una corrección excesiva. Schielke relató una entrevista en la que participó y en la que estaban el candidato y 15 personas del equipo. "Eran demasiados", señala Schielke, "lo que dificultaba hacer preguntas en profundidad al candidato".


"Si tienes tu misión, tus valores y tu visión, y los vives realmente, no debería ser tan difícil", explica.


Schielke opina que, si se tarda muchos meses en contratar a alguien, quizá ese puesto no sea necesario.


Y añade que algunos solicitantes de empleo necesitan reajustar sus expectativas después de varios años en los que eran ellos los que llevaban la voz cantante.


Además de las rondas de entrevistas, hay otros obstáculos a los que pueden enfrentarse quienes buscan trabajo. Pueden encontrarse con ofertas de empleo falsas o con reclutadores que ignoran a los candidatos ('ghosting') incluso después de una entrevista de preselección, algo que, según Kilgore, gestor de proyectos informáticos, le ha ocurrido media docena de veces.


En el caso de Newman, de Filadelfia, afirma que no le queda más remedio que seguir adelante y seguir buscando su próximo empleo, incluso después de pasar por una docena de entrevistas en su último intento.


"Empiezas a contar el tiempo. Empiezas a contar los meses que has pasado con las entrevistas y pensar en las cosas que no hiciste porque hiciste otras en su lugar", relata. "Te quedas ahí, como diciendo: '¿Por qué hice eso? ¿Para qué?".


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider