14-12-2016
Se ha especializado en entrevistar a candidatos para el departamento de ventas. Aunque es relativamente nueva en el trabajo, Matlda sabe más que aquellos a los que interroga y utiliza su arsenal de 76 preguntas con una eficacia implacable para valorar las habilidades y la experiencia de los profesionales.
Comienza sus sesiones de 25 minutos interpretando las emociones de su entrevistado y calmándolas, por ejemplo, con la música que sabe que escucha en casa.
Matlda es un robot de 30 centímetros de alto diseñado para seleccionar a los mejores candidatos para un puesto. Lo que le diferencia de sus equivalentes humanos es su capacidad para tomar decisiones libres de prejuicios, afirma el profesor Rajiv Khosla, director del Centro de Investigación de Informática, Comunicación e Innovación Industrial de la Universidad La Trobe, en Australia, y responsable de su creación. "Si haces entrevistas personales y tienes 10 candidatos y te gusta el cuarto, cuando llega el número siete la decisión ya está tomada a menos que llegue alguien excepcional", asegura Khosla.
Decisiones
Esa posibilidad de cometer errores humanos fue la clave del estudio realizado por los investigadores de la Universidad Ben-Gurion de Israel. Siguieron a ocho jueces durante diez meses para determinar si los factores externos influían en sus decisiones de conceder o negar la libertad. El experimento demostró que el número de absoluciones se hundía drásticamente a medida que avanzaba el día. Después de los descansos para comer, las aprobaciones volvían a aumentar. El estudio concluía que los niveles de azúcar en la sangre eran una variable crucial, al igual que la cantidad de casos que los jueces veían de forma consecutiva.
En lugar de escuchar a su estómago, el entrevistador robot "controla la expresión facial del candidato", comenta Khosla. "¿Hay alguna respuesta psicológica? ¿Se muestran vehementes?".
A la hora de realizar las contrataciones, el robot compara lo que ha aprendido con los rasgos de los empleados con más éxito en la compañía. Esto es especialmente útil en las ventas, donde la rotación es alta. "Todo se basa en cómo se comparan las respuestas emocionales y cognitivas con las de sus candidatos más competentes en su propia cultura", afirma Khosla.
Las empresas de selección de personal ya utilizan las pruebas psicométricas y el análisis de datos. Los ordenadores se han introducido sigilosamente en las primeras etapas de la contratación, contribuyendo a reducir el número de currículos apilados. Algunas empresas están llevando las máquinas a fases posteriores. HireVue, con sede en Utah, por ejemplo, utiliza los algoritmos para valorar los datos recogidos de las aplicaciones de vídeos enviados por los candidatos a un puesto. La idea de que un robot como Matlda entreviste a candidatos aún no se utiliza de forma general en el mundo real.
Entelo, una firma de software de selección de personal de San Francisco, utiliza los ordenadores para recoger grandes volúmenes de información disponible sobre los candidatos que postulan para empresas como Facebook, UPS y Sony. Jon Bischke, CEO de Entelo, no cree que los robots deban realizar entrevistas de trabajo. "Los candidatos quieren ver a una persona, no creo que la tecnología sustituya al hombre".
Nigel Heap, director de la firma de selección Hays en Reino Unido e Irlanda, advierte de que las empresas que utilizan robots se arriesgan a perder a la gente que quieren contratar. "Las entrevistas son un proceso de doble dirección, y aunque la tecnología avance y los programas proporcionen la información necesaria para tomar una decisión informada, se arriesgan a descuidar por completo al candidato durante el proceso. La entrevista es una oportunidad para hacer preguntas, saber más de la empresa y ver si el puesto les encaja. No podrán descubrirlo hablando con un robot en lugar de con su futuro responsable."
Laurent Keller, biólogo de la Universidad de Lausanne en Suiza, dice que "pasará tiempo antes de que los aspirantes respondan bien a estos modelos. A mí no me gustaría, preferiría que mi jefe me invitara a cenar para tener una impresión del clima laboral".
Sin embargo, Yu Ang Tan, un ingeniero informático que asistió a una entrevista con Matlda, lo encontró inspirador: "Que el proceso sea conducido por un robot con buena apariencia, me animó a expresarme más abiertamente, algo que quizás no haría con una persona".
Actualidad Laboral / Con información de Expansión