29-08-2022

El agujero que la inflación está provocando en el bolsillo de los ciudadanos europeos es comparable a lo sucedido en el peor momento de la pandemia de Covid en 2020. Los datos que ha publicado la Oficina Federal de Estadística (Destatis) alemana son un buen ejemplo de ello. El impacto de la subida de los precios en la renta de los hogares germanos se intensificó en el segundo trimestre. Así, los salarios reales de los trabajadores en la primera economía europea sufrieron una caída del 4,4%.


Se trata de la mayor caída de los sueldos en términos reales (descontado el efecto de la inflación) desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia provocó un ajuste a la baja del 4,7%. Entre abril y junio, los salarios registraron un incremento del 2,9% respecto del mismo periodo de 2021 en términos nominales, mientras que el promedio de la inflación en la locomotora europea a lo largo de este mismo periodo fue del 7,6%.


De este modo, en términos reales, los salarios de los trabajadores en Alemania sufrieron una bajada del 4,4% en el segundo trimestre, después de la caída del 1,8% en los tres primeros meses de 2022 y del 1,4% en los tres últimos meses de 2021, tras haberse estancado en el segundo trimestre del pasado ejercicio.


La situación seguirá siendo complicada de cara al tercer trimestre, dado que la inflación apenas se ha moderado hasta el 7,5% en julio. Se mantiene, eso sí, por debajo del 10,8% que registró en España ese mismo mes y por debajo también a la media de la Unión Europea (9,8%). "La principal razón de la alta inflación sigue siendo el aumento de los precios de los productos energéticos", señaló Georg Thiel, presidente de la Oficina Federal de Estadística, después de que los precios de la energía en Alemania subieran un 35,5% en julio, frente al 38% de junio.


Los efectos de la dependencia del gas ruso


La primera economía europea importa aún alrededor del 30% del gas que consume de Rusia, por lo que la 'guerra' energética que el Kremlin ha declarado al Viejo Continente a raíz de las sanciones y vetos a sus hidrocarburos está haciendo mella en Berlín.


El pasado 10 de agosto, el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, anunció un paquete de medidas fiscales de hasta 10.000 millones de euros para compensar el impacto de la elevada inflación sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos, incluyendo rebajas de impuestos y un incremento de las ayudas a los hogares. El Bundesbank ha advertido recientemente de que la recesión es cada vez más probable en la mayor economía del euro y de que la inflación seguirá acelerándose y podría superar el 10% este otoño (afectando con especial virulencia a la industria y las familias).


Actualidad Laboral / Con información de La Información