Tras una entrevista de trabajo efectiva en la que logras salir contratado llegan otras entrevistas que preocupan a algunos profesionales: las comidas de empresa. Almorzar o cenar con compañeros de trabajo parece fácil y de sencilla solución, pero a algún que otro trabajador se les hace cuesta arriba cuando no saben cómo comportarse o qué llevar. Aquí los cinco tips imprescindibles.

Deja el teléfono en casa: piensa que las reuniones de trabajo son te todo menos “casuales”, por lo que el uso del teléfono debería de seguir estando limitado. Para evitar la tentación déjalo en el coche o casa, aunque si no puedes evitar sentirte vacío sin él, ponlo en silencio.

Prepárate algunas preguntas interesantes: no intentes que la comida sea monotemática, ya que en algún momento tendrás que hablar de negocios: para ese entonces ten preparadas algunas preguntas útiles y necesarias a la vez que adecuadas.

Recuerda tus modales en la mesa: no porque estés fuera de la oficina has de pasar por alto reglas de educación con tus compañeros. Los codos fuera de la mesa, no sonarte la nariz con la servilleta o hablar con la boca llena… recuerda que la imagen que reflejes es decisiva.

Aprende qué pedir para comer y beber: no pienses en poner tacos en la mesa si no quieres acabar haciendo malabares delante de tu jefe. Por otro lado el alcohol es un tema que has de tener en cuenta: espera a que el mandamás decida qué pedir y adáptate.

La regla de la sal y la pimienta: parece banal pero no has de sazonar ninguna comida en la mesa antes de probarla. Nadie quiere tener que comerse un plato alterado por un empleado o compañero poco responsable.

Actualidad Laboral / Con información de Forbes