La electrificación obligada a la que se encamina la industria del automóvil está pasando factura a las plantillas de todas las fábricas. El caso de Ford en Europa es paradigmático. La multinacional con sede en Detroit lleva tiempo acometiendo la reconversión de su negocio en el Viejo Continente, pero el último anuncio del presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, ha puesto en alerta al comité de empresa europeo. De nuevo, la amenaza de despidos asoma en el horizonte.
Rowley advirtió que plantas como la valenciana de Almussafes y la alemana de Saarlouis se enfrentan a un "redimensionamiento de su estructura actual", al margen de cuál de las dos acabe imponiéndose en la batalla interna que libran por hacerse en junio con la adjudicación de los dos nuevos vehículos eléctricos. Es decir, ni siquiera la nueva carga de trabajo -que debería garantizar el futuro a medio y largo plazo de la fábrica elegida- evitará seguramente una reducción de la plantilla. La respuesta de los trabajadores no se ha hecho esperar: este jueves comenzarán los paros de protesta en toda Europa.
En un comunicado remitido a los trabajadores de Ford Almussafes, UGT informa de la decisión que ha tomado el comité de empresa europeo para "concienciar al conjunto de la plantilla europea". Según advierten los representantes de los trabajadores, la empresa está anticipando un "elevado excedente de personal en toda Ford Europa". De ahí el acuerdo sindical para una "acción simultánea en todas las fábricas".
La primera se producirá este jueves 5 de mayo, con una parada de los turnos de 15 minutos que se espera que no tenga repercusión salarial. "El objetivo que pretendemos es alertar a la dirección, tanto local como europea de Ford que, antes de recurrir a la legalidad vigente en cada país, debe comprometerse a buscar todas las soluciones posibles y con carácter voluntario", afirman los representantes de los trabajadores en un comunicado.
En este sentido, se remiten a la declaración conjunta que se firmó con el presidente de Ford Europa en noviembre de 2020, y que abogaba por ajustes de plantilla desde la voluntariedad. "Se trata de un problema de empleo que nos puede afectar a todos", alertan los sindicatos ante lo que se ha bautizado como "día de acción europeo en Ford".
En el caso de la planta valenciana de Almussafes, además, la incertidumbre sobre su futuro amenaza con enterrar las opciones de la compañía de concurrir a los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica del Gobierno para el vehículo eléctrico (PERTE VEC). Ford ha planteado un PERTE "condicionado" a que Almussafes se lleve los nuevos modelos eléctricos a partir de junio, lo cual supone una desventaja a la hora de optar a los fondos públicos para la electrificación.
Actualidad Laboral / Con información de El Mundo