En un artículo para 'Harvard Business Review, Jon M. Jachimowicz, profesor de Administración de Empresas en la Unidad de Comportamiento en las Organizaciones de la Escuela de Negocios de Harvard analiza un reciente estudio en el que se señala que los jóvenes consideran que alcanzar su pasión profesional es su máxima prioridad, más que ganar dinero o casarse. La investigación concluye que encontrar un trabajo satisfactorio es considerado casi tres veces más importante que tener una familia.
El problema es que, para la mayoría de las personas, esto simplemente no es factible. "No todos los trabajos ofrecen la posibilidad de perseguir tu pasión. Y la mayoría de las personas se preocupan profundamente por muchas cosas diferentes, no todas son cómo quieren ganarse la vida". En este sentido, Jachimowicz apunta que las últimas investigaciones sugieren que "perseguir tu pasión realmente mejora tu bienestar, pero que [la empresa] donde lo hagas es mucho menos importante. De hecho, varios estudios muestran que hacer algo que te apasiona fuera del trabajo beneficia tanto tu carrera como tu vida personal".
Es lo que comúnmente conocemos hobby o afición: no necesariamente debes jugar en la NBA para dar rienda suelta a tu pasión por el baloncesto, pero probablemente te venga bien jugar en algún equipo amateur o, incluso, dirigir a un grupo de chavales en el colegio de tu hijo. ¿Por qué debemos perseguir la pasión fuera del trabajo? Jachimowicz argumenta que, "si bien se sabe que perseguir la pasión en el trabajo aumenta el compromiso laboral y el rendimiento laboral, es poco realista y arriesgado confiar en el trabajo como el único medio a través del cual hacerlo".
"Algunos trabajos no permiten que los empleados se concentren en sus intereses, y los trabajos que lo hacen no siempre son financieramente viables", añade. "En algunos aspectos, seguir y encontrar pasión en el trabajo podría verse como un lujo para unos pocos privilegiados, aquellos que pueden permitirse elegir exactamente las profesiones correctas", resume Jachimowicz, que también apunta que "ligar el trabajo a lo que te apasiona también puede ser perjudicial a largo plazo. Cuando pones tu autoestima en el trabajo, se vuelve menos resistente a los eventos adversos, como los despidos o las evaluaciones negativas de rendimiento".
"También puede hacer más difícil el desconectar después de las horas de trabajo para lograr el respiro necesario para recuperar energía para el día siguiente. Además, nos priva de los muchos beneficios que conlleva la participación en actividades y pasatiempos externos, por ejemplo, la reducción del estrés, una mayor energía y mayores niveles de creatividad, todo lo cual puede aumentar el compromiso en el trabajo". Un estudio reciente incluso mostraba que las personas obtenían mayores beneficios cuando sus pasiones personales y su trabajo real eran muy diferentes.
Actualidad Laboral / Con información de La Información