La pandemia global no solo trajo consigo una oleada de incertidumbre y cambios en la vida cotidiana; sino que también revolucionó la forma en que, algunas de las personalidades más ricas del mundo, abordan el trabajo y el ocio. Si el trabajo a distancia ha llegado para quedarse, los superyates se han convertido en algo más que un símbolo de lujo… ahora son oficinas flotantes para la élite empresarial.
Así lo explica Richard Lambert, jefe de ventas de
Burgess Yachts, en una entrevista concedida a
Fortune; donde sostiene que la pandemia "trajo consigo una auténtica explosión del interés por los yates, utilizados por los ultraricos como vía de escape". Ese fue el principio de un teletrabajo que ha revolucionado la forma, en la que los propietarios disfrutan de sus barcos.
Antes, estar en alta mar significaba desconexión, pero con las mejoras en las infraestructuras de comunicación, con internet de alta velocidad y conexiones de calidad; los yates ahora son auténticas oficinas en el agua. Los megaricos están pasando hasta cuatro meses al año a bordo, explica Fortune, dirigiendo sus imperios desde la cubierta de su yate.
Cambio en el diseño de los yates
Este cambio de paradigma ha llevado a un ajuste en el diseño de los yates. Además de las oficinas a bordo, los yates ahora se adaptan a las necesidades multigeneracionales; brindando espacio tanto para el trabajo como para el ocio familiar. Esto refleja un cambio en la demografía de los propietarios, con empresarios más jóvenes, que buscan un entorno de trabajo y vida equilibrado.
Este fenómeno de yates como lugares de trabajo, no parece ser una tendencia pasajera. Richard Lambert señala que la tecnología, especialmente la Inteligencia Artificial generativa, está cambiando radicalmente la forma en que trabajamos. Prevé que esta evolución continuará en los próximos 10 a 20 años. Los superyates se han convertido en una parte integral de la identidad, y el estilo de vida de estos empresarios; lo que sugiere que la tendencia de trabajar desde el yate, está aquí para quedarse.
La popularidad de trabajar desde el yate también ha impulsado, un auge en la industria de los superyates. A pesar de algunos desafíos pendientes, como la disminución de propietarios rusos debido a la situación geopolítica; se ha producido un aumento significativo en la construcción de superyates, en los últimos años.
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Actualidad Laboral / Con información de Forbes España