02-12-2024

Como líder, en lugar de tratar de moldear al equipo bajo un enfoque único, se pueden aprovechar las fortalezas naturales de los integrante para crear un entorno laboral donde todos prosperen.


Al descubrir los rasgos únicos, preferencias y estilos de trabajo de tus empleados, puedes alinear sus fortalezas con roles que garanticen el éxito, tanto para ellos como para tu negocio. Esto no se trata solo de aumentar la productividad; se trata de crear una cultura donde todos se sientan valorados, comprometidos y empoderados para contribuir con su mejor trabajo.


La ciencia de los tipos de personalidad


Herramientas como Myers-Briggs (MBTI), DiSC o los cinco grandes rasgos de personalidad no son simplemente tendencias pasajeras; están respaldadas por décadas de investigación sobre cómo la personalidad influye en el comportamiento y el rendimiento. Estos marcos ofrecen una forma estructurada de entender cómo las personas piensan, se comunican y resuelven problemas.


¿Por qué funcionan? Las evaluaciones de personalidad revelan mucho más que rasgos superficiales. Descubren preferencias de comunicación (instrucciones detalladas frente a directrices generales), estilos de resolución de problemas (los que analizan datos frente a los que confían en su intuición) e incluso preferencias de entorno laboral (colaboración frente a trabajo en solitario). Con este conocimiento, los líderes pueden crear un entorno donde todos den lo mejor de sí.


Sin embargo, hay que aclarar un concepto erróneo común: las evaluaciones de personalidad son puntos de partida, no definiciones rígidas. No se trata de encasillar a las personas, sino de abrir puertas. Cada persona es única, y estas herramientas sirven para iniciar la conversación sobre cómo entender, motivar y apoyar mejor a tu equipo.


Identificando fortalezas a través de los tipos de personalidad


Una vez que comprendes los tipos de personalidad, el siguiente paso es identificar las fortalezas de los miembros de tu equipo.


Cada personalidad aporta un valor único:


Extrovertidos: Sobresalen en roles de cara al cliente, sesiones de lluvia de ideas y proyectos grupales. Aportan energía y entusiasmo que pueden dinamizar al equipo.


Personas orientadas a los detalles: Brillan en áreas como la gestión de proyectos y el aseguramiento de la calidad, donde la precisión y la organización son fundamentales.


Pensadores estratégicos: Prosperan en estrategias e innovación, enfrentando desafíos abstractos y visualizando objetivos a largo plazo.


Por ejemplo, imagina una empresa de gestión de propiedades con dificultades para cumplir plazos ajustados. Un gerente astuto notó que un miembro del equipo, amante de la estructura y los plazos, se destacaba cuando se le asignaban planes detallados. Mientras tanto, otro, conocido por su creatividad para resolver problemas, prosperaba al abordar bloqueos. Al alinear estas tareas con sus fortalezas naturales, el gerente mejoró la eficiencia y elevó la moral del equipo.


Cómo aprovechar los tipos de personalidad para maximizar el rendimiento del equipo


Liderazgo personalizado:


Comprender los tipos de personalidad permite a los líderes alinear tareas con las preferencias individuales. Si alguien prospera en un entorno estructurado, proporciónale una hoja de ruta detallada. Si prefiere la libertad creativa, ofrece un objetivo claro y déjalo trabajar.


Mejorar la colaboración:


Combinar estratégicamente a compañeros con fortalezas complementarias puede transformar resultados. Por ejemplo, unir a un visionario con un planificador orientado a los detalles puede equilibrar la toma de decisiones y garantizar una ejecución impecable.


Estrategias de motivación:


Los conocimientos de personalidad ayudan a motivar al equipo. Si un empleado prospera con reconocimiento público, celebra sus logros en reuniones. Si prefiere el reconocimiento privado, envíale una nota personalizada.


Desafíos del liderazgo basado en la personalidad


Aunque este enfoque tiene muchos beneficios, también conlleva desafíos.


Evitar encasillamientos: No encasilles a los empleados en roles específicos basándote solo en su tipo de personalidad. Las personas son multifacéticas, y los roles deben evolucionar con el crecimiento de sus habilidades.


Equilibrar fortalezas y crecimiento: Fomenta que los empleados aprovechen sus fortalezas, pero también salgan de su zona de confort.


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Pasos prácticos para líderes


Para integrar estrategias basadas en la personalidad en tu estilo de liderazgo, sigue estos pasos:


Selecciona la herramienta adecuada: Escoge una evaluación que se alinee con los objetivos de tu organización.


Facilita conversaciones abiertas: Comparte los resultados con tu equipo e invítalos a discutir cómo estas ideas reflejan su estilo de trabajo.


Alinea roles con fortalezas: Usa estos conocimientos para asignar tareas que se ajusten a las habilidades naturales de cada miembro.


Revisa y adapta: Reevalúa periódicamente. Los equipos evolucionan, y tus estrategias también deberían hacerlo.


Implementar estos pasos no requiere de una transformación radical, solo disposición para adaptarse y priorizar las necesidades de tu equipo.


El mayor activo de tu equipo no es solo su conjunto de habilidades, sino las perspectivas y energía únicas que cada individuo aporta. Al comprender los tipos de personalidad, no solo formas un equipo más efectivo, sino que creas un lugar de trabajo donde las personas se sienten valoradas, motivadas e inspiradas para dar lo mejor de sí.


Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur