29-12-2022

El Mundial de Qatar 2022 cuenta con un polémico expediente aún por resolver: la situación de los miles de trabajadores extranjeros que participaron en la construcción de los estadios y las denuncias sobre impagos de salarios, contratos abusivos, aislamiento y condiciones de trabajo lamentables debido a las altas temperaturas.


En este sentido, organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch (HRW) han denunciado condiciones de semiesclavitud y malos tratos por parte de los empleadores.


Situación que habría provocado la muerte de un número de trabajadores aún por determinar y que medios internacionales cifran en cerca de 6.500 personas de los cerca de 30.000 que participaron en el momento de mayor apogeo de las obras.


Un dato que esconde que cerca del 70 % de los fallecimientos de trabajadores indios, nepalíes o bangladesíes se produjo por “causas naturales”, al ser catalogadas de este modo las producidas sin causa aparente o una autopsia clarificante, algo que en Catar es una práctica excepcional.


“En lo que respecta a los estadios de la Copa del Mundo, según las cifras del Comité Supremo del Mundial, tres trabajadores murieron trabajando y otros 37 trabajadores (en proyectos) del Comité murieron (de forma no directa). Una de las cosas que nuestro estudio descubrió y recomendó fue que, si bien podemos detectar la cantidad de personas que han muerto a causa de accidentes relacionados con el trabajo, es mucho más difícil determinar cuántas personas han muerto a causa de enfermedades relacionadas con el trabajo. Y este es el desafío”, destaca a EFE Max Tuñón, jefe de la Oficina de Proyectos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Catar.


Guerra de cifras


Hassan Al Thawadi, uno de los máximos responsables de la Copa del Mundo de Qatar 2022, reconoció recientemente en una entrevista con la cadena británica TalkTV la muerte de "entre 400 y 500" obreros emigrantes durante los preparativos para el torneo, pero posteriormente la organización del torneo ha precisado que sólo cerca de 40 corresponden a la construcción de estadios.


Mientras, en su informe, la OIT eleva a 50 los trabajadores que perdieron la vida en 2020, mientras que algo más de 500 resultaron gravemente heridos y otros 37.600 sufrieron lesiones de leves a moderadas, la mayor parte de empleados inmigrantes de Bangladesh, India y Nepal, en caídas de altura u objetos de las obras y accidentes de tráfico como principales causas de lesiones graves.


Condiciones de vida deplorables en situación de inseguridad y hacinamiento, mentiras y continuos retrasos sobre salarios que apenas llegan a los 500 dólares al mes, visados que les obligan a permanecer en la zona en la que el empleador les exige, retiradas de pasaportes hasta que no concluya su contrato, amenazas o trabajos bajo condiciones climáticas extremas son tan solo algunas de las críticas.


Polémicas que desde Catar defienden con hechos, como es la implementación en tiempo récord de medidas legislativas como las restricciones para evitar el ‘estrés térmico’ provocado por las altas temperaturas, ampliando en cuatro semanas las horas de trabajo prohibidas en verano (cuando las temperaturas superan los 45 grados) o introduciendo controles sanitarios anuales para los trabajadores.


Además, en marzo de 2021 entró en vigor una ley de salario mínimo no discriminatorio, y 280.000 trabajadores, el 13 % de la población activa, vieron incrementado su salario base hasta los 500 dólares al margen de crear una comisión para supervisar su implementación y resultados.


Actualidad Laboral / Con información de Swissinfo