03-02-2016
“No soportamos, vale, no tenemos con qué alimentar a nuestras familias”, dijo Vladimir Bustamante, docente 5, con 19 años de servicio, en el estado Barinas. Este miércoles maestros de diferentes partes del país se concentraron a las puertas de la sede administrativa de la Asamblea Nacional, para pedir ser escuchados por el país, y el parlamento.

Esta fue una protesta promovida por las organizaciones sindicales de base del magisterio, por las diferencias de intereses con los directivos de las Federaciones del sector, quienes estarían retrasando la discusión del contrato colectivo. “Las voces de las bases y de los sindicatos regionales está muchas veces opacada y silenciada por algunas federaciones”, expresó el representante del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Sintraenseñanza) del estado Mirada, José Hidrogo.

Aunque fueron recibidos por la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional, estos maestros esperan ser escuchados por la sociedad en general, para que los apoyen en sus demandas. Un “punto de honor” es la recomposición del salario, en la actualidad un maestro del menor nivel en la escala, percibe un poco más de 10 mil bolívares mensuales, esperan que se incremente por lo menos a 2,5 salarios mínimo.

“Si necesitamos avanzar como sociedad, y un cambio realmente desde los valores de la familia y la ciudadanía, es necesario darse cuenta que esos formadores que están en las aulas y en muchos casos en zonas rurales y de difícil acceso en las barriadas populares, definitivamente deben ser mejorados en su situación socioeconómica”, dijo.

En algunas entidades del país, como Barinas, los maestros mantienen una paralización de actividades docentes desde hace 20 días. Como ejemplo de la situación “paupérrima y deplorable” que se encuentran, Bustamante comentó que el bono por uniformes es insuficiente “habría que preguntarle al Presidente (Nicolás Maduro), al ministro (de Educación) o al vicepresidente (Aristóbulo Istúriz) si acaso una corbata se puede comprar con 500 bolos, cuando a nosotros los docentes no nos alcanza ni para comprar un carrete de hilo para coser las medias”.

Actualidad Labotal / Adriana Salazar Salas