Las exigencias laborales sumadas a las familiares, generan en las personas un alto nivel de estrés, el cual provoca enfermedades de orden psicosocial. Estas enfermedades amenazan la salud de los ejecutivos y la productividad empresarial. Son reales y afectan cada vez a más personas en el mundo sin importar el trabajo que desempeñen.

Aunque el estrés laboral es un padecimiento hasta cierto punto inevitable, existen algunas estrategias para manejarlo:

Aprender a comunicar. Para ello, preste atención a lo que se le dice, evalúe su entorno y emplee las palabras adecuadas.

Desarrollar empatía. En otras palabras, póngase en los zapatos de otros.

Negociar. Hágalo desde una óptica de dar-dar: yo doy, tú das y los dos ganamos.

Decir no. Ponga en una balanza sus prioridades, capacidades y expectativas. Nunca actúe solo por complacer a los demás.

Tomarse un tiempo para usted. Realice ejercicios en su lugar de trabajo o destine algunos minutos para despejarse, respirar y meditar. A veces, 15 o 20 minutos son la mejor salida para liberar adrenalina.

Para mantenerse sano recuerde lo siguiente:

-De su justo valor al trabajo

-Defina prioridades

-Limite su actividad laboral al centro de trabajo

-Aprenda a fijar límites

-Organice su tiempo

Actualidad Laboral / Con información de Informe 21