17-03-2016
Llevará 118 años cerrar la brecha de género en los salarios en los lugares de trabajo, pronosticó el Foro Económico Mundial el año pasado. Sin embargo, pese a que su existencia está documentada, la mayoría de los trabajadores no nota la diferencia entre lo que ganan los hombres y las mujeres, muestra una nueva investigación.

Un informe publicado por el sitio web de salarios y empleo Glassdoor reveló que el 89% de los trabajadores consideraba que los hombres y las mujeres debían cobrar lo mismo por igual trabajo, y el 60% dijo que no se postularía a un puesto en una compañía si pensara que la remuneración es injusta en materia de género. El sitio web realizó una encuesta entre 8,254 empleados de tiempo completo y parcial de los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Francia, Alemania, los Países Bajos y Suiza.

No obstante, pese a su enérgica defensa de la igualdad en los lugares de trabajo, la mayoría de los participantes en el sondeo no parecía convencida de que la diferencia de salario fuera una realidad en su oficina: en los Estados Unidos, el 78% de los hombres y el 60% de las mujeres consideraron que su lugar de trabajo pagaba el mismo salario a hombres y mujeres, observó Glassdoor.

"La dificultad de modificar la brecha de género en los salarios es que la gente no cree experimentarla en carne propia", dijo Susan Duffy, directora ejecutiva del Centro para el Liderazgo Empresarial de la Mujer de Babson College. En los Estados Unidos, la mujer promedio gana 79 centavos por cada dólar que gana un hombre.

Rechazo moral

El estudio muestra que los empleados de distintos grupos etarios tienen ideas diferentes sobre la brecha de género en los salarios. El 81% de los empleados estadounidenses de entre 18 y 24 años no pensaría en trabajar en una empresa con parcialidad conocida en materia de género, actitud similar a la de los jóvenes de la generación Y de los demás países encuestados. Pero después de los 24 años, los empleados son mucho menos idealistas. En los Estados Unidos, el porcentaje de personas que muestran rechazo moral por trabajar en una compañía con una brecha de género en los salarios cae a 68%, indica el informe. Las personas de 45 años o más son las más complacientes: sólo el 13% rechazaría un puesto de trabajo en un lugar con una brecha de género en los salarios. "Cuando uno tiene una hipoteca y una familia, un empleo es un empleo", dijo Duffy. "De modo que queda en manos de las compañías mismas cambiar el statu quo".

Algunas empresas están tomando medidas públicas para lograr la igualdad. El año pasado, el máximo responsable ejecutivo de Intel, Brian Krzanich, se comprometió a utilizar 300 millones de dólares para tratar de alcanzar la paridad racial y de género en su lugar de trabajo. Este mes, la compañía de tecnología de computación aseguró haber eliminado la brecha de género en los salarios de sus empleados. "Al no ocuparse de la brecha de salario, las empresas inconscientemente aprueban una parcialidad que podría afectar negativamente sus utilidades y a las personas que trabajan para ellas", señaló Duffy.

Actualidad Laboral / Con información de Economía Hoy