06-07-2020

Médicos hondureños amenazan con abandonar hospitales si no cierran las industrias


Médicos hondureños amenazaron con abandonar los hospitales si no cierran las industrias y los restaurantes de comida rápida que provocan contagios masivos en la región norte del país, lo que provoca muertes en el personal de salud.


San Pedro Sula, la capital industrial de Honduras, y una serie de comunidades que la rodean, de unos dos millones de habitantes, es el epicentro de la pandemia en Honduras, seguida por Tegucigalpa.


"Tenemos que decir que si no cierran las maquilas, nosotros cerramos los hospitales", advirtió al borde del llanto el vicepresidente del Colegio Médico, Samuel Santos, en un audio que hizo circular por las redes sociales desde la norteña San Pedro Sula, donde trabaja.


"No tiene sentido estar llorando cada semana a un amigo, a un colega", lamentó Santos.


Más de una docena de personal sanitario ha muerto a causa del coronavirus, sobre todo porque el gobierno no los provee del equipo necesario de protección, según sus quejas.


Médicos bajo amenaza en Nicaragua ante la pandemia


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Mientras otros países cerraban sus fronteras o al menos instaban al distanciamiento social, el gobierno de Ortega ha alentado a la gente a vivir de forma “normal”. El gobierno registra hasta hoy sólo 83 muertes por coronavirus y unos 2.500 casos confirmados, pero el Observatorio Ciudadano, una red de activistas y médicos independientes, eleva esas cifras a 2.087 decesos y al menos 7,402 casos verificados como sospechosos de COVID-19, ya que las pruebas sólo las hace el Ministerio de Salud y no reporta cuántas realiza por día.


En medio de denuncias de “entierros exprés”, que continúan por las noches en cementerios vigilados por la Policía, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha hecho eco del llamamiento de los médicos nicaragüenses para que se adopten medidas más agresivas a fin de frenar la propagación de la enfermedad.


La doctora María Nela Escoto, una anestesista con 24 años de experiencia, despedida en junio junto con más de una docena de otros especialistas médicos por criticar el manejo de la pandemia por parte del gobierno dijo que el Ministerio de Salud les dio una formación superficial en el uso de equipos de protección personal, aunque durante casi tres meses se prohibió al personal utilizarlo “para no alarmar” a los pacientes.


 “Los trabajadores de salud están desanimados y tienen miedo. Temen contagiarse y temen perder su empleo. Por eso no levantan la voz”, dijo el médico Fernando Rojas, también anestesista, que fue despedido del hospital de mujeres Bertha Calderón por firmar el comunicado médico, aunque la orden de despido, como la de Escoto, no indicaba los motivos del mismo.


Los contagios han afectado al personal hospitalario. Según el galeno, de los 800 empleados del Bertha Calderón, unos 250 han sido enviados “de reposo” a su casa, con síntomas de coronavirus, y el centro tuvo que pedir refuerzos a otros hospitales. Ninguno de los afectados recibió subsidio escrito ni constancia de contagio por COVID-19.


Los médicos afirman que, para reducir las cifras oficiales de muertes por COVID-19, el gobierno ordena inscribir los decesos como neumonía atípica, infarto o simplemente paro respiratorio.


Para el especialista Álvaro Ramírez, exdirector de Epidemiología del Ministerio de Salud, el gobierno “disfraza de neumonía las muertes por COVID-19”.


Ramírez asegura que no existe forma de contrastar las cifras, pues el Ministerio de Salud dejó de publicar en mayo sus reportes epidemiológicos semanales. “Quizás nunca sepamos la cifra real de muertes por esta pandemia en Nicaragua”, afirmó al ser consultado por la AP.


Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios y AP