El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pide prestar apoyo inmediato a los trabajadores en situación de riesgo, las empresas, los empleos y los ingresos. Así lo manifestó en una nueva nota de información sobre el mundo del trabajo y la COVID-19 elaborada en colaboración con la OIT.
Para el segundo trimestre de 2020 se prevé una pérdida masiva de horas de trabajo, equivalente a 305 millones de trabajos a tiempo completo , y el 38 por ciento de la población activa –aproximadamente 1.250 millones de trabajadores– trabaja en sectores de alto riesgo.
La nota indica que las empresas pequeñas y medianas, el motor de la economía mundial, están sufriendo enormes dificultades y tal vez no sobrevivan. Quienes viven en países en desarrollo y contextos frágiles afrontan los riesgos más importantes, en parte porque son menos resilientes.
La nota de información, basada en datos y análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), advierte de que muchas de las personas que han perdido su trabajo y sus medios de vida en los últimos meses no podrán reincorporarse al mercado de trabajo en breve.
Las mujeres, en particular, se han visto duramente afectadas: trabajan en los sectores más gravemente afectados, y son las primeras que pierden el empleo y las últimas en regresar. Asímismo las personas con discapacidad, que ya afrontan la exclusión en el mundo laboral, tienen menos probabilidades de regresar al trabajo durante la recuperación.
Según la nota informativa, las peores consecuencias socioeconómicas las padecen quienes ya sufren una situación de precariedad y con menos posibilidades de absorber otro golpe. Los alrededor de dos mil millones de personas que trabajan en la economía informal –a menudo carentes de derechos laborales y de protección social– habrían visto caer sus ingresos en un 60 por ciento solo en el primer mes de la crisis.
A nivel mundial, más de cuatro de cada diez empleados en los sectores más perjudicados son personas jóvenes. Esta situación, en combinación con la alteración de la enseñanza y la formación, los expone al riesgo de convertirse en la “generación del confinamiento” que padecerá las consecuencias de esta crisis durante largo tiempo.
“La pandemia de la COVID-19 ha sacudido al mundo entero. No se ha salvado ningún trabajador, ninguna empresa y ningún lugar del mundo”, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres.
El Secretario General instó a actuar en tres frentes:
“El mundo del trabajo no puede, y no debe, seguir siendo el mismo después de esta crisis. Ha llegado la hora de coordinar la actuación mundial, regional y nacional para generar un trabajo decente para todos como fundamento de una recuperación ecológica, inclusiva y resiliente”, afirmó el Secretario General.
Actualidad Laboral / Con información de OIT