Como cada año, empezamos el mes de enero apretándonos el cinturón. La cuesta de enero es una época de contingencia y déficit de fondos en el hogar, tras un mes intenso de desembolsos. En situaciones normales, la mayoría tiene dificultades para llegar a final de mes; y, en este 2022 nos enfrentamos a la cuesta de enero más difícil de los últimos años. La inflación, el encarecimiento de los suministros y una nueva oleada de casos de Covid; que, previsiblemente, acabará endureciendo las medidas sanitarias, impactarán de manera negativa en el bolsillo de muchas familias.


Esta presión es, en parte, resultado de la falta de educación financiera. Según un estudio de la Fundación PWC, los países con peor formación financiera presentan, economías más débiles y son más vulnerables a los efectos de las crisis. Esto, junto a la falta de liquidez para llegar a fin de mes, también pasa factura en el ámbito psicológico, sobre todo a aquellos con un salario más ajustado.


El llamado estrés financiero, agudizado tras casi dos años de pandemia, es un síndrome que causa desgaste y tiene un impacto sobre la salud mental de los trabajadores. Y, a su vez, sobre su motivación y rendimiento en el puesto de trabajo. Es por esto que, tanto empresas como empleados, deben buscar las mejores opciones para ahorrar y exprimir el salario al máximo.



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Aquí les proponemos una serie de medidas que pueden tomar las organizaciones, para ayudar a sus equipos a mejorar la gestión de su dinero a largo plazo; y, a suavizar el impacto de la cuesta de enero:


1- Organizar sesiones de formación y talleres con expertos en gestión financiera, para ayudar a los empleados a planificar mejor su dinero.


2- Ofrecer los servicios de un asesor financiero, tanto para que el empleado mejore su gestión diaria del dinero, como para transacciones más importantes, como la hipoteca.


3- Implementar planes de pensiones y de ahorro para ayudar a los empleados a preparar su jubilación.


4- Ofrecer descuentos en servicios esenciales, como en los planes de telefonía o de cuidado infantil para madres y padres trabajadores.


5- Dar ayudas a las comidas, con beneficios sociales como el ticket restaurante de Edenred o Sodexo.


6- Poner en marcha programas de inversión que, ayuden al empleado a crear capital con programas inteligentes, como Computershare, que permite comprar acciones de alto valor a las que no tenía acceso antes.


7- Implementar plataformas de bienestar financiero.







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