La liga masculina 'Men For Women in Science' pretende que los hombres trabajen activamente por un entorno científico igualitario. De momento, la lista tiene 17 nombres del mundo científico y académico, pero esperan que en el futuro sean muchos más. Cinco rectores de universidades españolas, nueve directores o presidentes de prestigiosos centros de investigación, dos catedráticos y un ex ministro forman parte ya de la bautizada como Liga de científicos masculina Men For Women in Science, impulsada por L'Oréal España.
La iniciativa, presentada la mañana del jueves 28 de noviembre en Madrid, ya existe en Francia y nace en España con el objetivo de que los hombres colaboren activamente, para lograr que el entorno científico sea igualitario y las investigadoras tengan las mismas oportunidades para acceder a becas, contratos o a puestos de responsabilidad que sus colegas.
Así, los 17 miembros de esta liga han asumido una carta de compromisos que recoge una serie de recomendaciones y actuaciones para favorecer la presencia de mujeres, así como reconocer y recompensar su excelencia. Un documento que, según destacó Bernat Soria, ex ministro de Sanidad y director de departamento en el Centro Andaluz de Biología Molecular de Sevilla, "contiene actuaciones concretas", necesarias para construir una sociedad igualitaria. La actual, añadió "es una sociedad diseñada por hombres".
Mujeres en cargos de dirección
Soria, que presumió de haber formado parte de un Gobierno paritario, aseguró estar comprometido con la igualdad, "no entiendo que pueda ser de otra forma", aseguró. Sin embargo, destacó que "es mucho más fácil encontrar hombres que mujeres para un gobierno. ¿Por qué? El problema no es de las mujeres. Son tan buenas y tan malas como los hombres". Por ello, defendió pasar a la acción y "proponer que las mujeres ocupen cargos y tomen decisiones estratégicas".
"Siempre he creído en la igualdad de oportunidades. Tener gente con distintos puntos de vista trabajando es importante", afirmó Luis Serrano, director del Centro de Regulación Genómica, que aseguró que en su instituto ya han adquirido los compromisos recogidos en la carta de la liga masculina "y algunos más". No obstante, se mostró contrario a la discriminación positiva: "Yo cuando comencé como director puse una regla muy sencilla. Me negué a poner cuotas por una razón. Es una medida muy respetable pero, desde mi punto de vista, si una científica entra por cuota, los demás científicos la van a mirar como alguien que ha entrado por cuota. Lo que sí hicimos fue implementar una norma muy sencilla: si convocamos una plaza para jefe de grupo y no hay, al menos, una mujer con un currículo igual o superior al de los hombres candidatos, no se convoca. Y luego seleccionamos al mejor".
"Desde que hacemos esto, tenemos a casi el 50% de mujeres aplicando a plazas. En las últimas contrataciones hemos contratado a cuatro mujeres y a dos hombres", detalla. "Esta norma, hace que los directores de programas llamen a la gente que conocen y animen a mujeres postdoctorales muy buenas. Porque el problema es que muchas de estas mujeres no aplican", dice Serrano. Por su parte, Rafael Garesse, rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y miembro de esta liga masculina, achacó las diferencias que a menudo hay entre la progresión de las carreras científicas de hombres y mujeres, al "papel de cuidadoras que suelen asumir las mujeres" en la sociedad actual.
Además de los tres científicos que participaron en el acto, en esta liga masculina figuran los rectores de las universidades politécnicas de Madrid y Valencia, la Complutense y la Carlos III, así como investigadores de la talla de Avelino Corma, del Instituto de Tecnología Química; Carlos López Otín, catedrático de Bioquímica de la Universidad de Oviedo; Francisco Sánchez, director científico del Instituto de Investigación del Hospital La Princesa; Juan José Damborenea, presidente de la Sociedad Española de Materiales, o Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional.
Actualidad Laboral / Con información de El Mundo España
