México y Estados Unidos planean aprovechar la enorme inversión del gobierno del presidente estadounidense Joe Biden en la manufactura de semiconductores para impulsar la integración de sus cadenas de suministro y la producción de vehículos eléctricos a través de la industria mexicana del litio, informaron funcionarios de ambos países.
Las iniciativas de las dos naciones tienen como fin disminuir la ventaja de Asia en el terreno de los semiconductores y de las baterías necesarias para los vehículos eléctricos, y promover la producción norteamericana.
Esos fueron algunos de los principales temas que se abordaron en el Diálogo Económico de Alto Nivel entre los dos países en la capital mexicana.
“Elementos fundamentales de las cadenas de suministro de semiconductores ya están bien establecidos en México, con compañías estadounidenses como Intel y Skyworks que realizan investigación y desarrollo, diseño, ensamblado y manufactura de prueba en partes de México”, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Blinken y la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, habían hablado horas antes con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador acerca de las oportunidades para que México aproveche una ley aprobada recientemente en el Congreso de Estados Unidos, la cual proporcionaría 28.000 millones de dólares en incentivos para la producción de semiconductores, 10.000 millones de dólares para nueva manufactura de chips y 11.000 millones de dólares para investigación y desarrollo.
López Obrador, por su parte, explicó su plan para convertir al estado norteño de Sonora en líder en la producción de litio, vehículos eléctricos y energía solar, indicó el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard. El presidente mexicano dijo el mes pasado que ya había discutido la idea con Biden.
El litio es un componente clave de las baterías para vehículos eléctricos y su exploración y explotación quedó nacionalizada en México desde mayo.
Blinken indicó que otra parte de la nueva ley estadounidense tiene como fin incentivar el cambio a vehículos eléctricos y la producción local de las baterías que requieren.
La participación de México en todos estos proyectos supondrá empleos e integración, declaró Ebrard, y que la economía del país pueda crecer al doble del ritmo actual, con lo cual se podrá “reducir la pobreza mucho más rápido” y acelerar el desarrollo de infraestructura.
Este foro de diálogo, iniciado por el entonces vicepresidente Biden en 2013, se reanudó el año pasado en Washington tras haberse suspendido durante el gobierno del presidente Donald Trump.
La escasez mundial de semiconductores ha afectado la producción de automóviles, electrodomésticos y otros bienes, lo que alimenta la inflación.
Actualidad Laboral / Con información de AP