Es verdad que la carencia de profesionales especializados en nuevas tecnologías es una constante mundial. No puede ser de otra manera en un universo en el que cada día amanece con nuevos descubrimientos, innovaciones, aplicaciones… en un universo en el que la obsolescencia no tiene que programarse; simplemente ocurre al relegar una tecnología a otra en cuestión de segundos.
Pero también es verdad que la economía mundial se automatiza a ritmos insospechados. Se necesitan trabajadores cualificados para abordar la digitalización que amenaza con destruir muchos de los empleos existentes y, por suerte, anuncia la creación de otros nuevos.
El departamento de estudios de la Randstad Research ha llegado a esta conclusión calculando varios fenómenos que tendrán lugar con el devenir de la automatización: el crecimiento del empleo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) que, a su vez, provocará más actividad económica a su alrededor debido a la mayor demanda de servicios locales de los trabajadores tecnológicos (un 63% más productivos y, por tanto, con mayores salarios), lo que creará empleos indirectos e inducidos adicionales.
El famoso acrónimo STEM
Para ello hay que estar preparado y lo primero que hay que hacer es corregir lo antes posible el actual descenso de titulados STEM (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), según Valentín Bote, director de Randstad Research: “El crecimiento de la demanda de ingenieros industriales, por ejemplo, es de dos dígitos año a año. Son profesionales con paro cero y que, debido a la alta necesidad por parte de las empresas van a plantearse su horizonte laboral a nivel global”.
Y confirma la directora de recursos humanos de la consultora Everis, Flora García Mesa, “la demanda de profesionales STEM es muy alta y hay muy pocos en el mercado para cubrirla. Nosotros estamos contratando informáticos, ingenieros de telecomunicaciones e industriales, matemáticos, físicos… recién titulados en su mayoría. Llevamos 1.750 contrataciones de las 2.500 previstas”.
Brecha y tiempo
El problema es que corregir esta brecha lleva su tiempo. Y necesitamos profesionales del área tecnológica ya. No hay más que ver el reciente estudio de EAE Business School, que asegura que los perfiles más buscados por las empresas han sido los comerciales, los ingenieros industriales y los expertos en big data. Pero los directores de recursos humanos que han participado en este informe sostienen que a dos o tres años vista la mayor oferta de empleo procederá del big data, la ingeniería informática y el marketing digital.
Lo digital se impone a marchas forzadas y en todos los sectores. Así lo pone de manifiesto Iria Vázquez-Palacios, directora de Servicio y Calidad de Adecco en España, “existe una brecha importante entre la oferta y la demanda. Tenemos un 60% menos de ingenieros informáticos de los que necesitamos. En 2020 la brecha llegará a 900.000 en toda Europa”. Existen múltiples posiciones sin cubrir en el área tecnológica y las empresas a menudo recurre a personas con otro background para suplir esta carencia.
Son ofertas para programadores informáticos, ingenieros técnicos y superiores, especialistas en ciberseguridad, analistas de aplicaciones (apps), diseñadores de software, ingenieros de telecomunicaciones, expertos en redes sociales, analistas de sistemas… “perfiles que nos cuesta conseguir y con gran proyección de futuro”, sostiene Vázquez-Palacios.
El más buscado
Claramente, el especialista que más cuesta encontrar, aprecia Christopher Dottie, director general de la empresa de selección de personal Hays, es el responsable de datos y ciberseguridad corporativo, el denominado chief data officer o CDO, y también para hallar a analistas de datos, técnicos de seguridad informática y analistas de páginas web, entre otros, agrega Dottie.
Aunque estas no son las únicas soluciones a las que se está recurriendo para cubrir las vacantes. Cada vez más compañías crean academias digitales internas, las llamadas digital academy, asegura Joana Sánchez, presidenta de Inesdi Digital School. Es el caso de compañías como las farmacéuticas Lilly, IFC o Bayer, las de alimentación como Nestlé o Danone, la de cuidado de mascotas Affinity Pethcare, o de organizaciones con universidades corporativas como BBVA, Axa o Gas Natural Fenosa, que han lanzado cursos de especialización y adaptación digital para formar a sus empleados.
Everis es otro de los ejemplos, según explica Flora García: “Hemos montado una academia propia para formar en big data, desarrollo de aplicaciones e inteligencia artificial, disciplinas muy recientes y con pocos especialistas. Son mucho más rápidas para enseñar a futuros profesionales que esperar a que las vocaciones tecnológico-científicas se desarrollen en la escuela y la universidad”.
Formación rápida
Así no será tan difícil reclutar personal especializado. Ni tan caro. Adecco también tiene en marcha un programa piloto de IT Academy para dotar de herramientas de programación, ciberseguridad, big data o análisis de sistemas a los perfiles junior, y proporcionará formación gratuita a candidatos para que ocupen las vacantes de sus empresas clientes. La directiva de la empresa de selección de personal opina que algunas posiciones podrán cubrirse en el plazo de seis meses.
120 horas, es decir, tres o cuatro meses son los que hacen falta para que formar a un especialista en datos, que son los más demandados en el mercado, aprecia Joana Sánchez. La responsable de la escuela digital asegura que, cuando se creó hace seis años, los alumnos que acudían a ella estaban en paro, se actualizaban en seis meses y se colocaban, y en la actualidad ninguno de sus estudiantes se encuentra desempleado.
Los puestos digitales con mayor demanda son los de manager de marketing digital, community manager, especialista en social media y en content marketing. Entre los tecnológicos, destacan los desarrolladores de aplicaciones móviles, backend y web, diseñadores de UI/UX (usabilidad) y modeladores y animadores 3D.
Profesiones que no existen
Toda esta amalgama de perfiles es la que más precisa el mercado de trabajo actual. Los expertos consultados también creen que será requerida en un futuro próximo, pero, a más largo plazo, donde los empleos todavía están por definir, avanzan la necesidad de desarrolladores de inteligencia artificial, diseñadores de robots y de prótesis biónicas, constructores de drones… profesiones que aún están por llegar, indica Joana Sánchez. Dottie aprecia que los analistas de datos que sean capaces de predecir el futuro serán otros de los trabajadores con mayor proyección. O los coordinadores de robots y de vehículos autoconducidos.
Oswaldo Lorenzo, profesor de Deusto Business School, matiza que, además de traer profesiones nuevas y crear multitud de oportunidades, la digitalización de la economía implica que todo profesional tendrá que actualizarse, del primero al último, y muchos de ellos reinventarse, comenzando por los directivos. “Los que seamos capaces de cambiar sobreviviremos a la cuarta revolución industrial, el resto desaparecerá”, vaticina.
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