Crear y editar imágenes y vídeo, imitar la voz de una persona, redactar artículos, guiones y trabajos académicos, automatizar procesos industriales, hacer tareas administrativas y de atención al cliente, traducir textos, analizar patrones, programar y diseñar interfaces. Esta es sólo una pequeña lista de todo lo que ya es capaz de hacer la Inteligencia Artificial (IA). Ningún trabajo está a salvo de la revolución de la IA.
Una reciente investigación de Goldman Sachs recogía que la IA podría destruir el equivalente a 300 millones de puestos de trabajo a tiempo completo en todo el mundo y acabará con uno de cada cinco empleos en España. Además, según revela un estudio global del IBM Institute for Business Value, el 40% de la mano de obra a nivel mundial necesitará volver a formarse ante la implementación de la automatización de la IA, ya que sus competencias quedarán obsoletas. Esta cifra se traduce en 1.400 millones de los 3.400 millones de personas que componen la mano de obra mundial.
Cómo la IA y el comercio electrónico afectarán el empleo en 2030
El estudio concluye que la IA no reemplazará a las personas, pero las personas que usan IA reemplazarán a las que no lo hacen. Muchos de los trabajos que la gente está haciendo hoy no serán necesarios en la empresa del mañana, pero se necesitarán otros, por eso ahora el foco de las compañías están en dotar a sus trabajadores de nuevas habilidades para que no se queden obsoletos. El Foro Económico Mundial predice que las nuevas tecnologías crearán 97 millones de nuevos puestos de trabajo hasta 2025. Sin embargo, esta evolución también está ampliando la brecha global de habilidades.
Los trabajadores de todos los niveles sentirán los efectos de la IA Generativa, pero se espera que los empleados de niveles inferiores vean el mayor cambio. En este sentido, el 77% de los ejecutivos encuestados afirma que los puestos de nivel básico ya se están viendo afectados por la IA Generativa y que esto se intensificará en los próximos años. En cambio, sólo el 22% de los encuestados afirma que los puestos ejecutivos o de alta dirección ya se están viendo afectados.
Este nuevo paradigma laboral está lleno de retos, pero también de oportunidades. El 87% de los ejecutivos encuestados por IBM cree que es más probable que crezca el número de empleados en lugar de que sean reemplazados por la IA Generativa. Algo que varía según las funciones de cada uno: el 97% de los ejecutivos cree que los empleados de compras tienen más probabilidades de crecer que de ser reemplazados, en comparación con el 93% de los empleados de riesgo y ‘compliance’, el 93% de los de finanzas, el 77% de los de servicio al cliente y el 73% de los de marketing.
Con la IA preparada para asumir más tareas manuales y repetitivas, IMB identifica tres prioridades que deben tener en cuenta las empresas para liderar la fuerza laboral del futuro. Por un lado, el estudio advierte de que “automatizar los procesos deficientes no los mejorará”. Es decir, que en lugar de automatizar las mismas actividades de siempre, se debe encontrar una forma mejor de avanzar. La minería de procesos puede analizar cómo se realiza el trabajo y dónde existen cuellos de botella u otras ineficiencias. A partir de ahí, puede replantearse y rediseñar cómo se hace el trabajo, identificando dónde puede tomar la iniciativa la IA y dónde es fundamental la experiencia y el contacto humano.
Otra conclusión de este estudio es que “este es un momento crucial para que los líderes de RRHH ayuden a definir la estrategia de transformación de la organización y cómo combinar a las personas y a la IA para llevarla a cabo”. Por último, IBM también recomienda invertir en tecnología que permita automatizar tareas para que el empleado pueda centrarse en tareas de mayor valor y que requieran menos tiempo, para así aumentar los ingresos de la compañía y lograr, también, un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Actualidad Laboral / Con información de La Razón