Las fórmulas para afrontar el trabajo y los estudios parecen haber cambiado para siempre.
Por un lado, muchas empresas tecnológicas quieren mantener el sistema virtual que han estado consolidando durante 2020 y los meses que han transcurrido de 2021; otras, por su parte, apuestan por una modalidad combinada que alterne días presenciales y días en remoto.
Por último, están aquellas compañías que, aunque adoptaron la comunicación online de forma imperativa, ahora quieren volver a la modalidad previa, recuperando la presencialidad como la forma de relacionarse.
Business Insider España ha analizado la productividad de las principales compañías tecnológicas, entendida como los ingresos divididos entre el número de empleados de cada firma, desde los años previos a la pandemia hasta el primer semestre de 2021, pasando por 2020, el "año cero".
Este parámetro da como resultado el número de millones de dólares que genera cada empresa por trabajador contratado, uno de los indicadores más fiables a la hora de hablar sobre el impacto de situaciones concretas en una firma.
Además, este medio también ha contactado con expertos en la materia para determinar qué otros factores permiten medir la productividad y cuál será el modelo de trabajo definitivo que van a adoptar las tecnológicas en su "vuelta al cole".
Netflix, Apple y Facebook, a la cabeza en ingresos por empleado
Una de las compañías que lidera en este medidor es, indudablemente, Netflix.
La compañía dirigida por Reed Hastings ingresó en el primer semestre de 2020, en plena pandemia, 11.915 millones de dólares, lo que, unido a los 8.600 empleados de los que dispone, supuso una productividad de 1,38 millones por cada trabajador.
La tecnológica consolidaba, así, una tendencia positiva en este parámetro que viene experimentando desde 2017, cuando todavía no alcanzaba el millón por persona contratada.
La crisis sanitaria no parece haber hecho mella en la compañía, que, durante los 6 primeros meses de este ejercicio, ha vuelto a incrementar ambos indicadores, tanto el número de trabajadores —hasta los 9.400— como los ingresos (14.505 millones de dólares).
Esto da como resultado una productividad en el primer semestre de 2021 de 1,54 millones por empleado, la mejor desde 2015, y la más alta de todas las compañías tecnológicas analizadas.
Le sigue en el ránking Apple, para la que el primer semestre natural de 2021 —que, realmente, son la suma del segundo y del tercer trimestre de la tecnológica—, también ha supuesto alcanzar cifras de récord.
En concreto, la compañía ha sumado 171.018 millones de dólares en dicho período que, divididos entre 147.000 empleados, da como resultado 1,16 millones por trabajador, el mejor dato desde 2015.
Por comparar, la empresa dirigida por Tim Cook, obtuvo un índice de productividad de 861.299 dólares por persona contratada en el mismo período de 2020 gracias a sus 117.998 millones en ingresos y los 137.000 empleados reportados.
Completa el podio Facebook, con 63.404 trabajadores y 55.248 millones alcanzados en el primer semestre de 2021, lo que se traduce en 871.365 dólares por cada uno de ellos.
Esta cifra se sitúa como la mejor de la compañía en los últimos 6 años, como también pasa con Netflix y Apple.
En su caso, la red social obtuvo en 2020 el peor indicador de productividad de los últimos ejercicios, con 693.322 dólares por trabajador debido a los 36.423 millones de ingresos y los 52.534 contratos —el mayor número desde 2015 y un gran salto frente a 2019, cuando contaba con 39.651 trabajadores—.
Amazon presenta malos datos en este índice
Más allá del podio, la tónica se repite en otras tecnológicas como Alphabet.
La matriz de Google ingresó 79.456 millones de dólares durante el primer semestre de 2020, lo que supone que, con los 127.498 empleados que tiene, su productividad durante el año de la crisis sanitaria alcanzó los 623.000 dólares por empleado.
Esta cifra se sitúa por debajo de la de 2019 (699.357 dólares/trabajador), así como de la de los ejercicios anteriores, convirtiéndose en la peor desde 2015, cuando apenas superaba los 600.000 dólares.
Sin embargo, los primeros 6 meses de 2021 supusieron un cambio radical para el grupo, que vio cómo se disparaba esta medida hasta acercarse al millón por empleado (813.531 dólares), la mayor desde hace 6 años, gracias a los 117.194 millones de dólares reportados y los 144.056 trabajadores.
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Microsoft ha reportado también datos positivos, con 485.403 dólares por persona contratada debido a sus 87.858 millones de ingresos en el primer semestre de 2021 y los 181.000 empleados. Estas cifras suponen el dato más alto desde 2015.
Esta compañía es la única, junto a Netflix, que lleva desde hace 6 años encadenando un índice de productividad ascendente, incluso durante 2019, coincidiendo con la crisis sanitaria.
En 2019, de hecho, mejoró este indicador durante los 6 primeros meses del año respecto al ejercicio anterior, aunque lo hizo de forma muy leve.
Por detrás de la empresa dirigida por Satya Nadella se encuentra Twitter, que, al igual que la gran mayoría de tecnológicas, cuenta con el mejor índice de productividad en el primer semestre del año desde 2015.
Así, la red social suma 2.226 millones de dólares en ingresos y 5.500 trabajadores, lo que genera un ratio de 404.727 dólares por empleado.
La compañía ha ido variando este parámetro de forma constante, donde destaca especialmente el descenso que sufrió en los 6 primeros meses de 2020, en plena pandemia, con 286.731 dólares por persona contratada.
En el lado totalmente opuesto se sitúa Amazon, que es la única de las grandes compañías analizadas que desciende su índice de productividad en dicho rango de tiempo.
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En concreto, el gigante del comercio electrónico ha reportado unos ingresos de 221.598 millones de dólares y cuenta con 1.335.000 empleados, lo que supone 165.991 dólares por trabajador, la peor cifra desde 2015 (con 250.688 dólares por asalariado).
Al contrario de lo que pudiese parecer, durante los primeros 6 meses de 2020, en plena pandemia, este indicador era mayor, hasta situarse en 187.459 dólares por empleado (con 164.364 millones en ingresos y 876.800 personas contratadas).
Evolución hacia un modelo híbrido
Los datos revelan que el primer semestre de 2021 ha sido el período en el que la gran mayoría de empresas han conseguido el índice de productividad más alto de los últimos 6 años, coincidiendo con un modelo de trabajo a distancia o semipresencial.
Sin embargo, en el mismo período durante 2019, coincidiendo con los meses más duros de la pandemia, donde prácticamente la totalidad de compañías adoptó el teletrabajo de forma impositiva, este parámetro se vio afectado de forma negativa en la mitad de ellas.
Los expertos apuntan, no obstante, que, más allá de los ingresos por empleado, hay otros factores que hay que tener en cuenta para medir la productividad en una empresa.
Por un lado, Esther González Arnedo, directora del máster de RR. HH. de EAE Business School, destaca la tasa de absentismo que, con el teletrabajo, suele disminuir, o el porcentaje de rotación no deseada, "otro de los grandes indicadores de la salud y el estado de ánimo de la plantilla".
González explica que la satisfacción y el compromiso del empleado son indicadores que se miden habitualmente porque "está claro" que aquellos satisfechos con la propuesta de valor de su organización serán "mucho más productivos".
La directora del máster de EAE añade que este modelo también supone un ahorro de costes para la compañía, aunque recuerda que la legislación española ha puesto el foco en que los gastos de adaptación corran a cargo de la empresa, lo que ha hecho que muchas se muestren reticentes a adoptarlo de forma indefinida.
Entonces, teniendo en cuenta estos factores, ¿cuál es el mejor modelo para incrementar la productividad de las compañías tecnológicas?
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González explica que la pandemia ha demostrado que la presencia física en sí misma no genera una mayor productividad, sino que depende de otros factores como la definición de metas claras y la disposición de herramientas para su consecución.
"A partir de ahí, que el empleado pueda definir su tiempo de presencia y su teletrabajo con cierta autonomía, es mucho más sencillo y mejora la productividad, la implicación y la fidelización", precisa.
No obstante, a pesar de que la flexibilidad es uno de los aspectos mejor valorados actualmente, la experta precisa que no todas las empresas o los modelos de negocio pueden permitirse adoptarlo "como Google o Facebook".
En la misma línea apunta Jordi Badal, profesor de OBS Business School, que cree que hay actividades concretas donde no se puede optar por otra fórmula que no sea la asistencia física al puesto de trabajo.
A pesar de ello, precisa que "hay una importantísima parte en la operativa empresarial donde el contacto telemático va quedando consolidado". "Percibo el deseo generalizado de no perder ciertas eficiencias que se han ganado precisamente con el teletrabajo".
Así, tanto González como Badal, coinciden en que la mayoría de compañías tienen previsto apostar por los formatos híbridos que combinen la presencialidad física con la telemática.
Actualidad Laboral / Con información de Business Insider