El caso de los niños de Yusneiker y Anthonella, quienes están al cuidad de la abuela materna, tras la emigración de sus padres por el colapso económico de Venezuela y otros testimonios que evidencian la realidad e los niños que quedan en el país sin el cuidado del padre y/o madre, forman parte de este trabajo que realiza la agencia Reuters.


Una migración que ha aumentado a 3 millones de personas en los últimos tres años, y los padres se ven forzados a tomar la difícil decisión de dejar a sus hijos en el país, lo que pone una presión en muchos de ellos.


Destaca este reportaje que no hay datos oficiales del fenómeno, ya que el gobierno de Nicolás Maduro niega la existencia de una diáspora y constantemente insiste que las agencias internacionales de ayuda inflan las cifras para empañar la gestión de su administración.


Sin embargo, expertos consultados por Reuters indicaron que hay un crecimiento en la migración y en los efectos que esta produce en los niños que se quedan, desde el bajo rendimiento escolar a problemas de desnutrición en los recién nacidos, cuando sus madres dejan de amamantar para irse.


En los primeros años de la migración venezolana, era un fenómeno de la clase media, quienes huían en avión. Pero desde hace más de un año, la clase trabajadora realiza largos viajes en autobuses o a pie, a través de peligrosos recorridos como para llevarse a sus hijos.


Durante 2018, los niños dejados atrás se convirtió en la tercera razón de consultas en las terapias de Cecodap. En 2017 era la quinta, según el psicólogo Saraiba.


La organización católica Fe y Alegría, que agrupa a colegios en comunidades pobres del país, sostuvo que hasta enero de este año 6.044 de sus 110.000 estudiantes han visto migrar a sus padres.


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