No actúes ni pienses como un parado. Esto no te conducirá a nada en el escenario laboral de hoy. Si has perdido tu empleo recientemente o empiezas a sentir la frustración del que lleva ya demasiado tiempo buscando y no encuentra, debes tener en cuenta que el mercado de trabajo no te dará ni un minuto de respiro por muy desanimado que te sientas.
Actívate cuanto antes y desarrolla nuevas estrategias. Busca otras fórmulas para rastrear un puesto y piensa incluso en la posibilidad de transformar radicalmente tu carrera.
¿Buscas empleo eficazmente? ¿Sabes venderte?
Lo primero que debes hacer es saber quién eres profesionalmente. Quizá no hayas hecho un pronóstico acerca de tu trabajo, de tu profesión o de tu sector de actividad. Y resulta básico, porque el mercado laboral cambia a una gran velocidad y es cada vez más difícil encontrar consejo fiable sobre tu futuro profesional.
Tal vez no encajas en los puestos en los que te has estado empeñando hasta ahora, y quizá deberías revisar cómo planteas tu currículo, si te adecúas al mercado laboral, qué estás ofreciendo a los reclutadores y si eres capaz de cambiar lo que no funciona en tu búsqueda y en los procesos de selección en los que has participado, entrevistas de trabajo incluidas.
Debes diseñar un plan de carrera y conocer perfectamente qué está buscando el mercado.
A pesar de la necesidad de optar por estrategias no tradicionales que nos diferencien ante los reclutadores, has de tener en cuenta que el currículo sigue presente en todo el proceso de selección. Las redes sociales o la marca personal son vías de contacto para impactar, pero cuando se produce ese contacto, lo que se da es la revisión de tu currículo, que sigue siendo la herramienta más potente de trabajo. Ahora se recluta por otros canales (LinkedIn, Facebook, Twitter...), y esto cambia la difusión de la oferta, pero con el CV se sigue valorando tu trayectoria profesional y tus referencias.
Además, para convencer a un reclutador hace falta un trabajo previo: No se trata sólo de conocerte a ti mismo, sino de saber lo que quieres y lo que las empresas necesitan. Has de dominar los cambios y nuevas tendencias del mercado laboral.
No eres un parado. Adopta una nueva actitud
Nadie te dirá que estar desempleado es para estar orgulloso, pero en el nuevo mercado laboral y con la transparencia que implican las redes sociales, de nada te servirá agachar la cabeza, esconderte y disimular la realidad.
Adopta una nueva actitud y vive tu búsqueda sobre la base de una dedicación específica, una filosofía de vida diferente y una identidad especial que puede ayudarte en el trabajo de encontrar empleo: Eres un profesional en transición.
La tendencia actual dicta que nuestra actividad queda ligada a diferentes proyectos, e inevitablemente tendremos que acostumbrarnos al escaparate de las redes sociales, y a saltar de puesto en puesto, de empresa en empresa, e incluso de profesión en profesión...
Un profesional debe pensar y actuar hoy como un proveedor de servicios, algo así como un empresario -aunque trabaje por cuenta ajena-, y eso significa que el problema de quien pierde su trabajo es que ha perdido su único cliente, que es quien le pagaba un sueldo. Estando parado sigues siendo tan buen o mal profesional como lo eras hasta el día en que dejaste de tener empleo. La transición laboral es precisamente el espacio de tiempo hasta que encuentres otro cliente.
Utiliza el periodo de transición para actualizar los conocimientos o dominar otros campos. Debes tener una especie de plan de I+D, igual que una empresa, e incorporar al menos dos productos nuevos a tu oferta profesional cada año, como pueden ser idiomas, tecnología, o nuevas especialidades.
Conviértete en un nuevo profesional
No pienses que estás en un pozo sin fondo. Tu situación implica una oportunidad para reciclar tu saber hacer, para actualizarte y analizar qué profesiones emergentes son las más demandadas y en las que más puedes aportar.
La formación académica y el conocimiento de idiomas son necesarios pero no suficientes.
Las capacidades que tenías se van quedando obsoletas, y aparecen nuevas exigencias profesionales casi cada día. Aquí tienes algunas pistas:
Las empresas buscan profesionales que demuestren creatividad en la manera de obtener sus resultados y que sean muy adaptables a las nuevas situaciones.
Debes desarrollar una extraordinaria capacidad para trabajar en un entorno cambiante, y una gran habilidad para tomar decisiones, reaccionando inmediatamente ante las situaciones de cambio.
La adaptabilidad, el autoaprendizaje, la capacidad de reciclaje o la habilidad multidisciplinar son decisivas.
No olvides la ya citada flexibilidad. Y la polivalencia. Se valora al profesional capaz de trabajar en diferentes puestos, al comodín que demuestra flexibilidad funcional.
No olvides las habilidades relacionales y comunicativas; una faceta internacional relevante (saber manejarse en diferentes culturas en sentido amplio); sacar valor de los proyectos en los que has intervenido; y la movilidad geográfica, que hoy se debe aceptar como algo normal y consustancial al puesto y al desarrollo de tu carrera.
Revisa tu actuación en redes sociales
Aunque el currículo todavía sirve, sólo la evaluación de éste no es suficiente para valorar a un profesional. Tu huella digital es crucial para una valoración más completa, y para verificar y contrastar la información proporcionada. Recuerda que saber gestionar adecuadamente tus perfiles sociales y crear una marca personal sólida, real y efectiva en las redes es ya una necesidad si buscas un cambio profesional o rastreas un puesto de trabajo.
El dominio de las redes sociales habla de la calidad del trabajo que eres capaz de mostrar en los medios sociales, la manera en la que los utilizas, y si puedes usarlos como correa de transmisión de lo que haces realmente.
¿Eres capaz de dar un cambio radical a tu vida profesional?
Cada vez más profesionales abandonan sus puestos o sus empresas para dedicarse a carreras o actividades que nada tienen que ver con lo que habían hecho anteriormente. Hoy la estabilidad en el empleo no se refiere a mantener el mismo trabajo en la misma empresa, sector, o incluso en la misma carrera. Si tu búsqueda de empleo no da fruto, quizá debas plantearte ese cambio radical.
Tampoco descartes la posibilidad de dar "un paso atrás" profesional. Esa decisión -en otro tiempo mal vista o calificada de imprudente- puede darte la oportunidad de tomar un camino distinto que es determinante para tu futuro.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión