Nueva York, Estados Unidos comenzará a cobrar en la ciudad un peaje a los vehículos que accedan a su centro urbano en 2021, una medida pionera en el país con la que prevé ingresar 1.000 millones de dólares al año para el transporte público; y así, sentar un precedente en una nación orientada a la circulación en automóvil.
Aprobada en el nuevo presupuesto del estado que gobierna el demócrata Andrew Cuomo, la iniciativa supone imponer una tasa a la congestión del tráfico en la parte de Manhattan al sur de la calle 60 -el linde con Central Park- para financiar el transporte público metropolitano, uno de los más viejos y usados del mundo. "Era algo pendiente desde hace mucho tiempo", declaró esta semana Cuomo; además de señalar que, la mejor manera de reducir la congestión es "tener un desincentivo final para los autos que vienen, o los que conducen vehículos y constantemente circulan por Manhattan esperando que los llamen".
Para el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Nueva York (CUNY) Daniel DiSalvo, socio del 'think tank' Manhattan Institute y escéptico declarado, los factores clave están en el ámbito local: el metro no rinde y se necesita capital para arreglarlo, lo que a la larga despejaría el tráfico. Y en eso, coincide con la tesis de Cuomo. DiSalvo explica que el objetivo de la política es recaudar -los legisladores prevén ingresar 1.000 millones anuales de los peajes- para que la autoridad del sistema de transporte (MTA) pueda emitir bonos y así obtener capital para acometer obras y reparaciones, algo reflejado en el documento del presupuesto.
Aunque el politólogo DiSalvo "duda" que la tarifa logre recaudar todo lo estimado y descongestione el tráfico de la ciudad, si demuestra ser efectiva en cuanto a números, entonces será una vía de éxito para ciudades como San Francisco, Los Ángeles o Filadelfia, que debaten medidas similares. "Pero otras ciudades en EE.UU. no son tan densas como Nueva York", recuerda el experto, para quien la posibilidad de que se extienda este método, existente en Londres, Singapur o Estocolmo, depende de las "metas" que se propongan, es decir, "si necesitan más capital o realmente reducir su congestión".
Actualmente, ya comienzan a surgir demandantes en contra de esta acción entre ellos camioneros, taxistas y el alcalde de una localidad de Nueva Jersey que no quiere que se aplique un doble impuesto a sus ciudadanos. Pero, Cuomo ha descartado que los peajes perjudiquen a la clase media porque "solo la gente rica" se permite el gasto de conducir al sur de Manhattan.
Expertos para el Plan de Capital 2020-2024
Un panel de expertos se encargará de aprobar un Plan de Capital 2020-2024 y a finales del año que viene, determinará los precios y la ubicación de los peajes, que deben garantizar la recaudación necesaria para financiar esos proyectos "con 15.000 millones de dólares" generados previsiblemente por bonos.
Los peajes al sur de Manhattan los cobrará la autoridad de puentes y túneles (Triborough) dependiente de la MTA y, aunque están lejos de ser concretados, podrían situarse entre los 11 y 25 dólares, según han indicado analistas a medios locales. "Los peajes financian el Plan de Capital, y debemos saber en qué consiste primero. También tenemos que poner la infraestructura electrónica para cobrarlos, y eso llevará unos dos años", anunció Cuomo, anticipando que tomará un tiempo ver ejecutada esta vieja pero novedosa idea.
Actualidad Laboral / Con datos de La Información