El vasto mundo de Internet hace tiempo que permite compartir autos con desconocidos, alquilar una habitación en una casa y hasta dormir en un sofá por una módica suma de dinero. Con ésta misma lógica existen emprendimientos en los ya se pueden alquilar amigos o alguien que te acompañe a caminar. Un trabajo que se cobra por hora y que ayuda a quienes están desocupados.

En el caso de los amigos por hora, el contacto entre quienes quieren compañía y quienes la ofrecen se hace vía la página web Rent A Friend (alquila un amigo), fue creada por el estadounidense Scott Rosenbaum y es la más grande del mundo. Ofrece un catálogo de personas en distintos lugares del mundo, Buenos Aires o Barcelona son algunas opciones.

También existe otra opción de web para alquilar amigos, Rent A Local Friend, de origen brasileño y más orientada a brindar servicio a viajeros que buscan contactarse con habitantes de las ciudades en las que están de visita.

La propuesta: permitirles a personas, que por cualquier motivo estén solas, en su ciudad o en cualquier parte del mundo, encontrar a alguien simpático y comprarle horas de amistad, en efectivo o con tarjeta de crédito, para compartir todo tipo de salidas y actividades.

Rent A Friend indica que la hora suele cobrarse al menos 10 dólares y como mucho 50 dólares. En Rent a Local Friend, cada uno fija una tarifa por el día completo de servicio, que va de 40 a 100 dólares.

En ambos casos, los que contratan corren también con todos los gastos relacionados con las actividades, incluidos transporte, comidas y entradas a lugares que quieran visitar.

Cada oferente cuenta, en la web, para qué tipo de actividades está dispuesto a ser alquilado. Hay lugareños que sólo apuntan a turistas: hablan varios idiomas y se ofrecen a extranjeros para hacerles conocer la ciudad de un modo diferente.

También están quienes ofrecen su compañía para actividades que suelen compartirse con amigos reales. Ir al cine, practicar deportes, salir a comer o ir a una fiesta.

Para evitar inconvenientes, los sitios aclaran que la oferta se limita a compañías platónicas amistosas, sin contacto físico.

Y en Los Ángeles, el actor Chuck McCarthy, también se alquila.

De una manera más casera, McCarthy anuncia en una franela “Paseador de personas” (The people Walker), con este emprendimiento el actor cobra siete dólares por cada kilómetro y medio de caminata.

Según le contó el mismo McCarthy al diario The Guardian, “la idea empezó como un chiste, una forma imaginaria de conseguir dinero cuando estaba desempleado. Pero cuando más lo pensaba, menos loco me parecía”.

¿Necesita motivación para caminar? ¿Le da miedo caminar solo de noche? ¿No quiere que la gente lo vea caminar solo y asuma que no tiene amigos? Estas son algunas de las frases con las que McCarthey anuncia su servicio de acompañante de camino.

Lo bueno es que el proyecto de McCarthey es tan exitoso que ya tuvo que formar a otras cinco personas para que paseen a más gente en otras partes de la ciudad.

Y el actor segura: “trato de escuchar más que hablar. Generalmente son charlas superficiales, triviales. Pero creo que es terapéutico aunque las personas no estén desnudando su alma”, cuenta.

¿Cuál es el secreto del éxito? Según el paseador de personas, el éxito se debe que todos pasan el día rodeados de computadoras y teléfonos, pero aisladas del contacto humano, salir a caminar con alguien es una manera de estar conectados.

Dos excelentes maneras de trabajar, en las que la única inversión, es tu tiempo.

Actualidad Laboral / Con información de Big Bang News