19-09-2019

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su último informe que estudia la migración en sus países miembros, explica que aunque el flujo migratorio hacia los países volvió a remontar levemente (2%) en 2018, tras dos años de caída, la cifra de demandantes de asilo ha seguido bajando “fuertemente”.


Según los datos tras una caída del 4% entre 2016 y 2017, el flujo de migrantes permanentes a los países de la OCDE volvió a crecer en 2018 hasta establecerse en 5,3 millones de personas. La migración familiar sigue siendo el “canal migratorio más importante”. Por el contrario, las demandas de asilo en la OCDE cayeron en 2018 a 1,09 millones, lo que supone un 34% menos desde el récord alcanzado en 2015 y 2016, años en que llegaron a los 1,65 millones. La tendencia a la baja se confirmó en Estados Unidos y Alemania. España y Francia constituyen la excepción.


También la migración laboral temporal, esto es, las personas que se trasladan a otro país para trabajar pero solo por un periodo de tiempo limitado, aumentó significativamente en 2017, llegando a los 4,9 millones, un 11% más que en 2016 y la cifra más alta en una década. “El aumento significativo en la migración laboral temporal es señal del dinamismo de los mercados de trabajo de la OCDE, pero también de su integración”, señaló Gurría. “Los migrantes temporales traen capacidades y competencias que necesitan sus empleadores”.


El informe además recoge que la profunda crisis económica y política que atraviesa Venezuela es la principal causante de un “desplazamiento” de la crisis humanitaria: ya no es Europa la que la vive con la llegada de huidos del conflicto sirio sino los países sudamericanos vecinos, que reciben cifras récord de ciudadanos venezolanos, especialmente Colombia.


Las cifras que maneja la OCDE son menos actualizadas que las presentadas en junio por Acnur, que constató que los venezolanos encabezaron en 2018 la lista mundial de nuevos solicitantes de asilo. Pero ha desatado ya las alarmas de esta organización.


“Hasta cierto punto, la crisis humanitaria de refugiados se está reduciendo en Europa, pero está desplazándose a Latinoamérica y ahora los principales preocupaciones tiene que ver con los venezolanos que abandonan su país hacia los vecinos”, dijo Stefano Scarpetta, director de la oficina de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE y uno de los autores del informe. “Los desafíos son enormes, porque no es fácil ayudar” a los venezolanos, agregó.


Actualidad Laboral / Con información de El País