La mayoría de las personas de más de 60 años en Colombia está llegando a su vejez sin recursos económicos para vivir. Así lo advierte una investigación adelantada por la Universidad Externado de Colombia, que acaba de revelar que el 75 por ciento de los adultos mayores del país no recibe ninguna pensión. Por si fuera poco, el 22 por ciento de esta población vive con menos de 206.091 pesos mensuales, es decir, en condiciones de pobreza. (Lea también: A sus 63 años, Juan de Dios se gana la vida como maestro de obra)
Este preocupante diagnóstico aparece reflejado en el estudio ‘Participación de los adultos mayores en las economías de mercado y del hogar en Colombia’, dirigido por Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social del Externado. La investigación revela, por ejemplo, que ante la crisis económica unos 9.000 mayores han estado buscando trabajo en el último año, en especial, en labores informales en las que la edad no sea un impedimento.
Uno de los casos que reflejan los resultados de esta investigación es el de Orlando Jaramillo, un hombre de 70 años que reside en el municipio de Funza (Cundinamarca). Aunque recibe una pensión, asegura que tener acceso a ese ingreso es difícil. “Eso sí le cuento que es grave, no es por enlodar a Colombia, pero en otros países no es así de complicado”, afirma con su voz recia.
“Vea el caso de mi señora, Lucía Valcarcel; tiene 780 semanas cotizadas y 70 años, pero no la pensionan porque le faltan unas cuantas semanas. ¿A usted le parece que una señora de esa edad debería estar en esas?”, se pregunta Jaramillo.
“Ella ha trabajado toda su vida, pero en algunos trabajos no cotizó. Cuando cumplió 65 años le dijeron que no podía seguir cotizando, pero aun así no le dan pensión, ni siquiera algo equivalente a las semanas que ya cotizó. Eso es injusto”, dice Jaramillo.
Él cuenta que laboró en diferentes trabajos de confección a lo largo de su vida y así pudo acceder a su pensión del mínimo, correspondiente a 644.350 pesos, con la que, dice, trata de sobrevivir. Actualmente, se rebusca con lo que puede y disfruta de salir los fines de semana al centro de Bogotá a difundir mensajes acerca de la situación política y social en Cuba y Venezuela. (Lea: Adultos mayores que se ejercitan ganan cinco años más de vida)
Los esposos Jaramillo tienen dos hijos médicos, quienes insisten en ayudarles consignándoles dinero. “Mi hijo ha querido mandarme 100.000 pesos mensuales para ayudarme, pero yo tengo un poco de ética y no acepto ese dinero. Yo todavía tengo mis pies y mis manos, con eso sobrevivo”, asegura Orlando.
En Colombia, una persona es considerada ‘adulto mayor’ a partir de los 60 años. De esta población, tan solo el 25 por ciento en todo el territorio nacional tiene cobertura en pensión, es decir, alrededor 1,2 millones de jubilados. En proporción, más hombres obtienen pensión que las mujeres, según la investigación del Externado.
Farné, el director del estudio, señala: “Uno cuando ve estas cifras se pregunta: ‘¿Y cómo hacen?’. Algunos tienen activos de los que sacan el dinero, trabajan o les ayudan los hijos”.
En Colombia, para poder acceder a la pensión, tanto hombres como mujeres deben haber cotizado 1.300 semanas de trabajo, lo que se traduce en 25 años continuos de ocupación. Los hombres, después de cumplir 62 años de edad y haber acumulado ese tiempo de labores u obligaciones pueden exigir su jubilación. En el caso de las mujeres, su tope máximo de trabajo para conseguir una remuneración es los 57 años de edad.
El estudio también revela que los adultos mayores están aumentando en el país. En 1985, esa franja correspondía al 7 por ciento de la población total, mientras que en el 2013 subió al 11 por ciento. Según las proyecciones de la investigación, en el 2020 los adultos mayores serán el 13 por ciento de los habitantes del país. Esto indica, claramente, que la población con necesidad de una pensión crecerá con el paso del tiempo.
Trabajar a los 60
A pesar de estar pensionados, 255.062 adultos mayores aún trabajan, sobre todo los hombres. Esto se da, indica el estudio, por la ausencia de ingresos, su volatilidad o la falta de protección social. Razones que obligan al adulto mayor a participar en el mercado laboral para así poder subsistir y de ser necesario, contribuir económicamente con los requerimientos de su núcleo familiar.
También se encuentra en el trabajo una fuente de satisfacción, ya sea por el logro económico, el compromiso social o el estatus adquirido en el pasado, que lleva a los adultos mayores a prolongar su participación en el mercado laboral. (Lea: Encuestarán a más de 30.000 mayores de 60 años)
Otro dato preocupante es que el 85 por ciento de los adultos mayores que trabajan lo hace en ocupaciones informales. Esto, explica Farné, crea un círculo vicioso, pues el adulto mayor debe trabajar porque no tiene suficiente dinero, pero de igual manera solo logra desempeñarse en empleos no formales de baja remuneración.
Este es el caso de Carlos Durán, de 70 años, un barranquillero que llegó hace apenas tres años a Bogotá. “Yo no tengo pensión porque siempre trabajé independiente, nunca coticé. Por ahí el Estado me da un subsidio (del programa Colombia Mayor), esa limosna que le dan a uno”, cuenta decepcionado.
La ‘limosna’ de la que habla Carlos es de apenas 120.000 pesos mensuales, que antes, cuando vivía en Barranquilla, era aún menor, de 90.000 pesos. Por esto tiene que recurrir al rebusque, engrosando la suma de adultos mayores que trabajan en la informalidad cuando ya deberían estar pensionados.
Carlos vive completamente solo en Bogotá, en una habitación del centro en la que tiene que pagar 200.000 pesos mensuales. Cuenta que su esposa e hijos se alejaron de él por sus ideas políticas y no sabe nada de ellos.
La casa en la que vivía en la capital del Atlántico se derrumbó en un deslizamiento de tierra en el que, cuenta, se cayeron más de 200 viviendas. “Desde que se me cayó la casa han habido más de cinco alcaldes que prometen cosas pero no me han cumplido nada. El Estado no me ha ayudado con nada”, dice.
En Colombia se considera que para el año el 2013 una persona era pobre si el ingreso económico era inferior a 206.091 pesos mensuales, lo que quiere decir que un 22,3 por ciento de los adultos mayores vivían en hogares pobres, de acuerdo con la investigación del Externado.
En cuanto a las ayudas por parte del Gobierno, este ha implementado un programa llamado ‘Colombia Mayor’ para proteger a los adultos mayores en extrema pobreza. En agosto de 2014 había 1’218.352 adultos mayores beneficiados en 1.103 municipios. Se trata de un subsidio que se desembolsa cada dos meses para que puedan financiar sus necesidades básicas.
Respecto a este subsidio, Farné dice que es muy valorado, especialmente en el campo. “El subsidio más bajo puede ser de 45.000 pesos mensuales, que uno en la ciudad lo ve como nada, pero esta gente que lo recibe en el campo lo valora mucho. Con ese dinero pueden pagar un arriendo y la luz, que es lo mínimo para sobrevivir”, explica.
Fenómeno globalizado
La mitad de jubilados no recibe pensión
En el resto del mundo la situación no es mucho más esperanzadora: cerca de la mitad de las personas en edad de jubilación no reciben ningún tipo de pensión y es deficitaria en el caso del 52 por ciento de los que la reciben, según alertó la Organización Internacional del Trabajo.
Pese a ello, más de 45 países ya han alcanzado un 90 por ciento de cobertura de las pensiones y 20 países en desarrollo han logrado una cobertura universal de las pensiones o casi, señala la organización, que urge a adoptar medidas sociales, ya que según ONU, en el 2050 los mayores de 60 años serán 2.000 millones, más del 20 por ciento de la población mundial.