Un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estima que se han perdido 4,8 millones de empleos en Ucrania desde el inicio de la agresión rusa.
El estudio asegura que si las hostilidades se intensificaran, las pérdidas de empleo aumentarían a siete millones. Sin embargo, si los combates cesaran inmediatamente sería posible una rápida recuperación, con el retorno de 3,4 millones de puestos de trabajo. Esto reduciría las pérdidas de empleo al 8,9%, según el informe El impacto de la crisis de Ucrania en el mundo del trabajo: Evaluación inicial .
La economía ucraniana se ha visto gravemente afectada por la agresión rusa. Desde que comenzó, el 24 de febrero, más de 5,23 millones de refugiados han huido a los países vecinos. Los refugiados son principalmente mujeres, niños y personas mayores de 60 años. Del total de la población refugiada, aproximadamente 2,75 millones están en edad de trabajar. De ellos, el 43,5%, es decir, 1,2 millones, trabajaban anteriormente y han perdido o dejado sus empleos.
En respuesta a esta situación, el Gobierno de Ucrania ha realizado esfuerzos considerables para mantener operativo el sistema nacional de protección social, garantizando el pago de las prestaciones, incluso a los desplazados internos, mediante la utilización de tecnologías digitales.
Crisis regional y mundial
La crisis en Ucrania también puede crear disrupciones laborales en los países vecinos, principalmente Hungría, Moldavia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. Si las hostilidades continúan, los refugiados ucranianos se verían obligados a permanecer en el exilio durante más tiempo, lo que supondría una mayor presión sobre el mercado laboral y los sistemas de protección social de estos Estados vecinos y un aumento del desempleo en muchos de ellos.
Las importantes perturbaciones económicas y de empleo que afectan a la Federación Rusa están teniendo importantes efectos en Asia Central, especialmente en los países cuyas economías dependen de las remesas de la Federación Rusa, como Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Estos cuatro estados se encuentran entre los diez principales países de origen de los emigrantes de la Federación Rusa, y muchos de estos emigrantes envían una parte importante de las remesas a sus países de origen. Si las hostilidades y las sanciones contra la Federación Rusa provocan la pérdida de puestos de trabajo para los trabajadores migrantes en la Federación Rusa y estos trabajadores migrantes regresan a sus países de origen, habrá graves pérdidas económicas en toda Asia Central.
La agresión en Ucrania también ha afectado a la economía mundial, complicando aún más la recuperación de la crisis de COVID-19. Es probable que esto afecte al crecimiento del empleo y de los salarios reales y ejerza una presión adicional sobre los sistemas de protección social.
En muchos países de renta alta, que han experimentado recientemente signos de una mayor recuperación del mercado laboral, las consecuencias de la crisis ucraniana podrían empeorar las condiciones del mercado laboral y revertir algunos de los avances conseguidos. La situación es especialmente difícil en los países de renta baja y media, muchos de los cuales no han podido recuperarse totalmente del impacto de la crisis de COVID-19.
Actualidad Laboral / Nota de Prensa OIT