19-03-2021

Los prejuicios y la discriminación con base en la edad son generalizados en todo el mundo, lo que genera que a millones de personas jóvenes o de edad avanzada que intentan trabajar y recibir atención médica, se les nieguen sus derechos humanos y esto le cuesta a la sociedad miles de millones de dólares, denunció un informe de la ONU.


“El mensaje principal es que podemos y debemos prevenir la discriminación por edad y que incluso pequeños cambios en la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad y el envejecimiento cosecharán beneficios para los individuos y las sociedades”, dijeron los directores de los organismos de las Naciones Unidas para la salud, los derechos humanos, los asuntos económicos y sociales y la población, en un prefacio al informe.


El Informe Global sobre la Discriminación por Edad cita un sondeo publicado el año pasado de 83.034 personas en 57 países que hallaron que la mitad de la gente tenía “actitudes de discriminación por edad moderadas o muy elevadas”.


Las características significativamente vinculadas con los que presentaron actitudes de discriminación por edad elevada fueron edad más joven, género masculino y menor nivel educativo, según el sondeo efectuado por investigadores de la Organización Mundial de la Salud, la Universidad de Oxford y la Universidad del Sur de California, y publicado por MDPI, con sede en Suiza.


“La discriminación por edad hacia la gente más joven y la de mayor edad es predominante, desapercibida, incontestada y tiene consecuencias de amplio alcance para nuestras economías y sociedades”, dijo Maria-Francesca Spatolisano, subsecretaria general del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.


El informe dice que la respuesta a la pandemia de COVID-19 ha revelado lo generalizada que está la discriminación por edad: la gente de mayor edad y la más joven ha sido estereotipada en el discurso público y en las redes sociales, y en algunos casos la edad ha sido utilizada como el único criterio para el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas, y para el aislamiento físico.


“Conforme los países buscan recuperarse de la pandemia, la gente de todas las edades seguirá enfrentando diferentes formas de discriminación por edad”, advirtieron los directivos de los cuatro organismos de la ONU. “Los trabajadores jóvenes podrían tener incluso menos probabilidades de obtener empleos. Los trabajadores de mayor edad podrían convertirse en blanco de una reducción en la fuerza laboral. La clasificación en la prioridad para dar atención médica a los pacientes con base solamente en la edad limitará el derecho de la gente mayor a la salud”.


Según el informe, el racionamiento de la atención médica fundamentado solamente en la edad es generalizado. Mencionó una revisión de 2020 que mostraba que, en 85% de 149 estudios, la edad determinaba quién recibía ciertos procedimientos médicos o tratamientos.


“Conforme los países intentan recuperarse de la pandemia y reconstruir, no podemos permitir que estereotipos basados en la edad, el prejuicio y la discriminación limiten las oportunidades para asegurar la salud, el bienestar y la dignidad de la gente en todas partes”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.


El informe indicó que tanto los adultos jóvenes como los de mayor edad con frecuencia están en desventaja en los sitios de trabajo, y el acceso al entrenamiento especializado y la educación disminuyen significativamente conforme la gente envejece.


Las personas jóvenes también enfrentan discriminación en el empleo, la salud, la vivienda y la política, donde con frecuencia sus voces no son escuchadas o se les rechaza, señaló.


En cuanto a los costos, el informe cita un estudio de 2020 en Estados Unidos que muestra que los estereotipos negativos y la auto percepción con respecto a la edad derivaron en costos anuales excesivos de 63.000 millones de dólares para los ocho problemas de salud más caros. Indicó que cálculos en Australia dejan entrever que si 5% más personas de 55 años o más tuvieran empleo, habría un impacto positivo de 48.000 millones de dólares australianos (37.000 millones de dólares) sobre la economía nacional anualmente.


Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, dijo que con frecuencia la discriminación por edad es “tan generalizada y aceptada — en nuestras actitudes y en políticas, leyes e instituciones — que ni siquiera reconocemos su efecto perjudicial sobre nuestra dignidad y derechos”.


“Necesitamos combatir la discriminación por edad de frente, como una violación a los derechos humanos profundamente enraizada”, manifestó.


Actualidad Laboral / Con información de AP