05-05-2016
“El escenario más correcto para el país es que la Presidenta, Vicepresidente, los senadores y los diputados, renuncien y llamen a nuevas elecciones”, expresó el secretario internacional de la Fuerza Sindical de Brasil, Milton De Sousa. Sin embargo advirtió que el movimiento sindical de su país está dividido en su país, una parte apoya a la mandataria.

En el ámbito laboral, las expectativas no son alentadoras según el dirigente sindical. Explicó que durante la actual gestión se han promovido 55 proyectos de ley ante el Parlamento que reducen los derechos de los trabajadores, como es el caso del aumento de la edad de jubilación, de 60 a 65 años, para los hombres y de 55 a 60, para las mujeres; el seguro de desempleo, que se otorgaba cuando la persona tenía 6 meses trabajando, ahora requiere que sea un año; recortes en el presupuesto, entre otros.

“Con la posible salida de la Presidenta, el futuro no es muy interesante para los trabajadores, porque este es un Congreso muy conservador (…), el Vicepresidente que puede asumir la Presidencia tiene un plan de Gobierno que disminuye el derecho de los trabajadores (…) no se ve una perspectiva de salida al conflicto económico y social, 2017 va a ser un año oscuro”, explicó. Y agregó que la Presidenta Dilma Rousseff, no se reunió con los trabajadores desde que asumió el poder.

Apoyo a sindicatos venezolanos

Fuerza Sindical, estaría dispuesta a dar su voto en el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que se apruebe la solicitud de Comisión de Encuesta solicitada por una representación de los trabajadores venezolanos, contra el Gobierno de Nicolás Maduro. “Desde la época de Chávez, nosotros apoyamos la lucha de los trabajadores venezolanos, denunciamos las barbaridades cometidas contra la libertad sindical, estuvimos junto con la CTV procurando mejores salario, condiciones de trabajo y de vida, y el aumento de las libertades democráticas y sindicales de Venezuela”.

Ésta fue una de las organizaciones sindicales que abandonaron el Congreso de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), que expresó su apoyo a los gobierno progresistas de la región, entre ellos el de Nicolás Maduro.